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GUIAS HIPERTENSION ARTERIAL.indb - Scc

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276<br />

GUÍAS COLOMBIANAS PARA EL DIAGNÓSTICO<br />

Y TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN <strong>ARTERIAL</strong><br />

Los diuréticos potencian el efecto antihipertensivo de<br />

los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina<br />

y pueden considerarse como terapia adjunta de<br />

segunda línea para lograr la meta de presión arterial. Si<br />

la filtración glomerular es mayor a 30 mL/min se usan<br />

tiazidas como la hidroclorotiazida. En enfermedad renal<br />

crónica más avanzada, se recomiendan diuréticos de<br />

asa como la furosemida. Los diuréticos ahorradores de<br />

potasio (espironolactona, amiloride, triamtereno) deben<br />

evitarse por el riesgo de hipercalemia.<br />

Los bloqueadores de los canales del calcio dihidropiridínicos,<br />

pueden aumentar la proteinuria más que los<br />

no dihidropiridínicos y estos últimos incluso pueden reducirla<br />

sin afectar de manera adversa la función renal;<br />

por ello, no se recomienda usarlos como monoterapia<br />

en pacientes con enfermedad renal crónica y proteinuria<br />

(18, 23, 28). Sin embargo, al combinarlos con los inhibidores<br />

de la enzima convertidora de angiotensina o con<br />

los bloqueadores de los receptores de angiotensina-II,<br />

no se produce este efecto adverso y por el contrario,<br />

ayudan al control de la presión arterial y a la protección<br />

de la función renal.<br />

El análisis post-hoc sobre función renal del estudio<br />

INSIGHT (International Nifedipine Gits Study Intervention<br />

as a Goal in Hypertension Treatment) en pacientes<br />

con hipertensión arterial con otros factores de riesgo,<br />

comparó nifedipino GITS con la combinación de hidro-clorotiazida<br />

– amiloride, y el bloqueador de los<br />

canales del calcio produjo mejor preservación de la<br />

función renal (29).<br />

El estudio AASK (The African American Study of Kidney<br />

Disease and Hypertension) comparó el efecto de los inhibidores<br />

de la enzima convertidora de angiotensina versus<br />

bloqueadores de los canales del calcio en nefroesclerosis<br />

hipertensiva en 1.094 pacientes afroameri-canos; el<br />

ramipril retardó la progresión de la enfermedad renal<br />

en pacientes con proteinuria e incluso ofreció beneficio<br />

a los pacientes sin proteinuria al compararlo con amlodipino<br />

(25). Pero en un análisis secundario del efecto<br />

de dos niveles de control de la presión arterial (bajo<br />

versus usual) sobre la función renal, se presentó mayor<br />

beneficio del nivel bajo de presión arterial en pacientes<br />

asignados a recibir amlodipino (30).<br />

Al dar terapia combinada, la meta es lograr un mejor<br />

control de la presión arterial, que a su vez se debería<br />

relacionar con mayor protección renal.<br />

En el seguimiento a largo término de 840 pacientes<br />

del estudio MDRD, se comparó la obtención de un nivel<br />

Revista Colombiana de Cardiología<br />

Febrero 2007<br />

usual versus un nivel bajo de presión arterial, mostrando<br />

en este último grupo retardo de la progresión de la enfermedad<br />

renal crónica en pacientes con filtración glomerular<br />

moderada a severamente disminuida, recibiendo<br />

el grupo de presión arterial más baja inhibidor de la<br />

enzima convertidora de angiotensina, betablo-queador,<br />

bloqueador de los canales del calcio y diuréticos en 51%,<br />

30%, 40% y 50% respectivamente, mientras el grupo<br />

de presión arterial usual recibió estos medicamentos en<br />

32%, 30%, 30% y 42% de los casos (31).<br />

El estudio REIN 2 analizó 335 pacientes durante 19<br />

meses y encontró que 23% de los casos asignados al<br />

grupo de control intensivo de la presión arterial versus<br />

20% del grupo de control convencional, progresaron a<br />

enfermedad renal crónica terminal; el beneficio adicional<br />

del mejor control de la presión arterial se obtuvo con<br />

felodipino (32).<br />

El estudio VVANNTT (The Verapamil versus Amlodipine<br />

in Nondiabetic Nephropathies treated with Trandolapril<br />

study) mostró que la combinación de trandolapril con<br />

verapamilo o con amlodipino, no aumentó la proteinuria y las<br />

diferencias entre los grupos no fueron significativas (33).<br />

El estudio ZAFRA (Zanidip en Función Renal Alterada)<br />

se realizó en 203 pacientes con enfermedad renal<br />

crónica, de los cuales se analizaron finalmente 175, a<br />

quienes se les administró lercanidipino. Como punto<br />

secundario se tomó su efecto protector renal en pacientes<br />

no diabéticos en su mayoría, tratados previamente con<br />

inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina<br />

o bloqueadores de los receptores de angiotensina-II, y<br />

se produjo mejoría en la función renal y disminución de<br />

la proteinuria después de seis meses (34).<br />

Otros medicamentos como beta-bloqueadores, alfa<br />

2 agonistas de acción central, vasodilatadores directos<br />

como minoxidil y antagonistas alfa adrenérgicos de<br />

acción periférica son seguros como terapia asociada<br />

a los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina<br />

en pacientes con enfermedad renal crónica<br />

y muchas veces se requiere su uso para controlar la<br />

presión ar-terial.<br />

Conclusión<br />

La hipertensión arterial puede ser causa o consecuencia<br />

frecuente de enfermedad renal crónica y a su vez es<br />

el principal factor implicado en la progresión del daño<br />

renal de cualquier origen. El control de la presión arterial<br />

a menos de 130/80 mm Hg, retarda la progresión del

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