GUIAS HIPERTENSION ARTERIAL.indb - Scc
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Revista Colombiana de Cardiología<br />
Febrero 2007<br />
Tratamiento<br />
Existen, en principio, tres métodos de tratamiento<br />
para la hipertensión renovascular y nefropatía vascular:<br />
el médico, el quirúrgico y la angioplastia. Debido a que<br />
la estenosis de arteria renal puede producir algún grado<br />
de disfunción renal, se prefiere algún tipo de revas-cularización<br />
(9, 15, 16). Sin embargo, anteriormente se<br />
comentó que el riesgo cardiovascular en estos pacientes<br />
se deriva del grado o severidad de su hipertensión y por<br />
ello la terapia farmacológica para reducirla y controlarla<br />
tendrá una importante repercusión sobre la morbimortalidad.<br />
Además, existen pacientes en quienes, por<br />
sus características patológicas especiales, puede estar<br />
contraindicado el tratamiento intervencionista.<br />
Antes de la introducción de los nuevos agentes antihipertensivos<br />
(inhibidores de la enzima convertidora de<br />
angiotensina, bloqueadores de los canales del calcio)<br />
la tasa de éxito de la terapia antihipertensiva era baja,<br />
pero actualmente la frecuencia de un control adecuado<br />
se sitúa entre el 86% y el 90% de los pacientes (6, 9,<br />
10, 15, 16). La efectividad de estos nuevos agentes<br />
reduce de manera considerable la necesidad clínica de<br />
evaluar pacientes para hipertensión renovascular, por<br />
lo cual algunos de ellos no serán diagnosticados. Así<br />
mismo, muchos pacientes con enfermedad renovascular<br />
ateros-clerótica tenían hipertensión esencial preexistente;<br />
por esa razón, posterior a una revascularización exitosa,<br />
continúan con la necesidad de terapia farmacológica<br />
antihipertensiva (6).<br />
La terapia farmacológica no está exenta de riesgos<br />
y consecuencias adversas: la reducción marcada de la<br />
presión arterial tiene el riesgo de reducir la presión de<br />
perfusión por debajo de los niveles de autorregulación<br />
renal necesarios para mantener la filtración glomerular<br />
llevando al cuadro de falla renal funcional aguda que<br />
fue inicialmente descrita con los inhibidores de la enzima<br />
convertidora de angiotensina. Este cuadro es clínicamente<br />
aparente sólo cuando la masa renal completa<br />
está afectada (ej.: estenosis bilateral o estenosis en<br />
riñón único)(6). La elevación de la creatinina sérica y la<br />
hiper-kalemia con la terapia de inhibidores de la enzima<br />
convertidora de angiotensina, se consideran signos de<br />
estenosis renal “crítica”, haciendo necesario considerar<br />
la revascularización.<br />
La razón para revascularizar un riñón estenótico es de<br />
restaurar su flujo sanguíneo. El caso típicamente ideal es<br />
el de una persona joven con fibrodisplasia muscular en<br />
quien puede lograrse una cura permanente. En la práctica,<br />
sin embargo, estas curas son infrecuentes (6, 8).<br />
Vol. 13 Suplemento 1<br />
ISSN 0120-5633<br />
315<br />
En muchas instituciones la angioplastia transluminal<br />
es el método de elección para lesiones fibromusculares<br />
o ateroscleróticas. En estas últimas la baja tasa de éxito<br />
con la sola angioplastia, ha favorecido el uso de stents<br />
endovasculares.<br />
Los informes recientes concluyen que es prudente<br />
restringir la angioplastia (con o sin stents) a pacientes<br />
cuya hipertensión persiste a pesar del tratamiento con<br />
tres o más medicamentos, o en quienes tienen lesión<br />
vascular oclusiva que progresa (15).<br />
Antes de la introducción terapéutica de la angioplastia<br />
renal transluminal, el tratamiento estándar de la hipertensión<br />
renovascular era la revascularización quirúrgica.<br />
La respuesta de la presión arterial era mejor en la lesión<br />
fibromuscular que en la aterosclerótica (6, 8).<br />
En la actualidad la revascularización quirúrgica se<br />
reserva para pacientes con hipertensión refractaria al<br />
tratamiento médico en quienes la angioplastia falla o<br />
puede no ofrecer una terapia adecuada en caso de<br />
enfermedad aórtica asociada. Los datos disponibles<br />
de múltiples series y estudios, permiten concluir que<br />
el control efectivo de la presión sanguínea logrado<br />
por cualquier medio, es el determinante central de los<br />
resultados.<br />
Aldosteronismo primario<br />
Recientemente, un número creciente de informes en<br />
la literatura han sustentado la idea de que el aldosteronismo<br />
primario es una forma muy común de hipertensión<br />
secundaria (3), conduciendo a la premisa de que la<br />
identificación de pacientes con este diagnóstico puede<br />
conducir a formas específicas, y a menudo curativas, de<br />
terapia, aportando a su vez nuevas perspectivas acerca<br />
del espectro clínico diverso y la patogénesis de este<br />
síndrome (2, 3, 14, 17).<br />
Tabla 2<br />
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS<br />
PARA ALDOSTERONISMO PRIMARIO<br />
Prueba Comentario<br />
Nivel plasmático La posibilidad de aldosteronismo<br />
de potasio primario debe considerarse para cualquier<br />
género, edad, severidad de la hipertensión<br />
y el nivel de potasio plasmático, siendo<br />
obviamente más probable cuando hay<br />
hipokalemia.<br />
Excreción de potasio > 30 mmol/24 h cuando el K en plasma<br />
en 24 horas