GUIAS HIPERTENSION ARTERIAL.indb - Scc
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Revista Colombiana de Cardiología<br />
Febrero 2007<br />
relación inversa entre la terapia con inhibidores de la<br />
enzima convertidora de angiotensina y el riesgo de progresión<br />
a enfermedad renal crónica (22). Igualmente,<br />
otros dos meta-análisis concluyeron que el tratamiento<br />
antihipertensivo con esquemas que incluían inhibidores<br />
de la enzima convertidora de angiotensina, era más<br />
efectivo que otros regímenes para retardar la progresión<br />
del daño renal (9, 22).<br />
El estudio AASK (African American Study of Kidney<br />
Disease and Hypertension), que evaluó la eficacia de<br />
diferentes antihipertensivos sobre la progresión del<br />
daño renal en hipertensos de raza negra, mostró que<br />
el ramipril redujo de manera significativa el riesgo de<br />
progresión a enfermedad renal crónica terminal y muerte<br />
al compararlo con amlodipino, razón por la cual este<br />
brazo del estudio se suspendió de forma prematura,<br />
siendo mayor el beneficio con ramipril en hipertensos<br />
con deterioro importante de la función renal (filtración<br />
glomerular entre 20 y 40 mL/min) y proteinuria ><br />
300 mg/día (23). El estudio AASK también concluyó<br />
que ramipril era más nefroprotector que amlodipino<br />
o metoprolol (24).<br />
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina<br />
y los bloqueadores de los receptores de angiotensina-II,<br />
pueden causar descenso de la filtración glomerular<br />
al comienzo del tratamiento, con aumento de<br />
la creatinina que debe ser menor del 30% del valor de<br />
base en los dos primeros meses de terapia, lo cual se<br />
refleja en beneficio sobre la función renal a largo plazo y<br />
se presenta especialmente en enfermedad renal crónica<br />
en etapas avanzadas. Una vez se inicia el inhibidor de<br />
la enzima convertidora de angiotensina o el bloqueador<br />
de los receptores de angiotensina-II, se debe monitorizar<br />
la creatinina en tres a cinco días y después de cada<br />
incremento de dosis, si el aumento es menor del 30%,<br />
seguirlo administrando y reevaluar la creatinina en dos<br />
a tres días. Si la creatinina sigue aumentando a más<br />
del 30% del basal, se debe suspender el medicamento<br />
y reevaluar el paciente en busca de hipovolemia, uso<br />
de antiinflamatorios no esteroides o estenosis de arterias<br />
renales. El riesgo de falla renal aguda a causa de los<br />
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina,<br />
es mínimo en pacientes con función renal normal y no<br />
justifica controles de creatinina sérica (25, 26).<br />
La administración de inhibidores de la enzima con-vertidora<br />
de angiotensina y bloqueadores de los receptores<br />
de angiotensina-II, se asocia con hiperpotasemia. Para<br />
minimizar la posibilidad de elevación del potasio, se debe<br />
suspender cualquier posible fuente de aumento de este<br />
Vol. 13 Suplemento 1<br />
ISSN 0120-5633<br />
275<br />
ión. En grandes estudios, los inhibidores de la enzima<br />
convertidora de angiotensina se relacionan con elevación<br />
del potasio de 0,3 a 0,6 mEq/L, pero un valor < 6<br />
mEq/L que requiera descontinuación de la terapia, rara<br />
vez se ve con los inhibidores de la enzima convertidora<br />
de angiotensina (< 2) y menos con los bloqueadores<br />
de los receptores de angiotensina-II. El potasio se debe<br />
valorar a los tres a cinco días de comienzo de la terapia<br />
y después de cada incremento de dosis. En caso de que<br />
el potasio sea mayor de 5,6 mEq/L, se debe suspender<br />
el medicamento, tratar la hiperpotasemia y reevaluar al<br />
paciente. Si es menor de 5,6 mEq/L, se deben reevaluar<br />
los factores que predisponen y controlar el potasio en<br />
uno a dos días. Si su valor sigue en aumento, debe<br />
suspenderse el medicamento.<br />
El papel nefroprotector de los bloqueadores de los<br />
receptores de angiotensina-II ha sido evaluado extensamente<br />
en neuropatía diabética pero no existen estudios<br />
significativos en nefropatía no diabética; en esta última<br />
podría considerarse su uso cuando hay efectos secundarios<br />
por los inhibidores de la enzima convertidora de<br />
angiotensina, como tos. Sin embargo, no hay estudios<br />
al respecto.<br />
Existen estudios de combinación de los inhibidores de<br />
la enzima convertidora de angiotensina y los bloqueadores<br />
de los receptores de angiotensina-II, que sugieren<br />
mayor efecto antiproteinúrico, en nefropatía diabética<br />
y no diabética. En esta última, el estudio COOPERATE<br />
(Combination treatment of angiotensin II receptor blocker<br />
and angiotensin-converting-enzyme inhibitor in non-diabetic<br />
renal disease), comparó losartán con trandolapril<br />
o su combinación y mostró que la combinación retrasa<br />
la progresión de la enfermedad renal crónica mejor que<br />
la monoterapia (27).<br />
Terapia antihipertensiva combinada<br />
en enfermedad renal crónica<br />
Por su efecto antihipertensivo y de nefroprotección<br />
específica, los inhibidores de la enzima convertidora de<br />
angiotensina y los bloqueadores de los receptores de<br />
angiotensina-II, se recomiendan como medicamentos<br />
de primera línea en enfermedad renal crónica, pero<br />
usualmente es muy difícil lograr el control de la presión<br />
arterial sólo con monoterapia y en la literatura es<br />
claro que habitualmente se requieren entre dos y tres<br />
anti-hipertensivos para controlarla. A su vez, la presión<br />
arterial mejor controlada ofrece mayor protección renal<br />
y de órganos blanco.