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GUIAS HIPERTENSION ARTERIAL.indb - Scc

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302<br />

GUÍAS COLOMBIANAS PARA EL DIAGNÓSTICO<br />

Y TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN <strong>ARTERIAL</strong><br />

1. Hipertensión preexistente, la cual afecta entre el<br />

1% y el 5% de los embarazos y se define como la presión<br />

sanguínea >140/90 mm Hg que se encuentra antes de<br />

la gestación o se desarrolla antes de la semana 20 y<br />

normalmente persiste mas allá de los 42 días postparto.<br />

Puede asociarse a proteinuria.<br />

2. Hipertensión gestacional: es la hipertensión<br />

inducida por el embarazo, sin proteinuria. La hipertensión<br />

gestacional asociada con proteinuria significativa<br />

(>300 mg/dL o >500 mg/24 horas o 2+ en la cinta<br />

reactiva) se conoce como preeclampsia. La hipertensión<br />

se desarrolla después de la semana 20 de gestación.<br />

En la mayoría de los casos se resuelve dentro de los<br />

primeros 42 días postparto. La hipertensión gestacional<br />

se caracteriza por la pobre perfusión de los órganos.<br />

3. Hipertensión preexistente con hipertensión gestacional<br />

y proteinuria agregada: la hipertensión preexistente<br />

se asocia con mayor incremento de la presión sanguínea<br />

y excreción de proteínas >3 g/día en orina de 24 horas<br />

después de la semana 20 de gestación (corresponde al<br />

término antiguo de hipertensión crónica con preeclampsia<br />

sobre-impuesta).<br />

4. Hipertensión preparto inclasificable: corresponde<br />

a la hipertensión con o sin manifestaciones sistémicas;<br />

si la presión arterial se tomó por primera vez después<br />

de la semana 20 de gestación, se hace necesaria una<br />

reeva-luación en el día 42 postparto o después. Si la<br />

hipertensión se resuelve para ese entonces, la condición<br />

puede reclasificarse como hipertensión gestacional con<br />

o sin proteinuria. Si la hipertensión no está resuelta para<br />

ese entonces, la condición debe reclasificarse con hipertensión<br />

preexistente.<br />

El edema ocurre en más del 60% de las gestaciones normales<br />

y no se utiliza en el diagnóstico de preeclampsia.<br />

Los trastornos hipertensivos en el embarazo (particularmente<br />

la hipertensión gestacional con o sin proteinuria),<br />

pueden producir cambios en los perfiles hematológico,<br />

renal y hepático, y afectar de manera adversa el pronóstico<br />

y los eventos tanto maternos como del recién<br />

nacido (Tabla 1).<br />

La mayoría de las mujeres con hipertensión preexistente<br />

en el embarazo, tienen hipertensión estadio I y se<br />

consideran de bajo riesgo para complicaciones cardiovasculares<br />

dentro del período de la gestación. Las mujeres<br />

con hipertensión esencial y función renal normal, tienen<br />

buen pronóstico materno y fetal y son candidatas para<br />

Revista Colombiana de Cardiología<br />

Febrero 2007<br />

no usar tratamiento farmacológico debido a que no<br />

hay evidencia de que el mismo lleve a mejoría en los<br />

resultados en el período neonatal (5, 6).<br />

Debe considerarse el tratamiento no farmacológico<br />

para las mujeres embarazadas con presión arterial sistólica<br />

de 140-160 mm Hg o presión arterial diastólica<br />

de 90-99 mm Hg, o ambas (7). El manejo depende de<br />

las cifras de presión arterial, la edad gestacional y la<br />

presencia de factores de riesgo maternos y fetales asociados,<br />

e incluye la vigilancia estricta, la limitación de<br />

la actividad y el reposo en decúbito lateral izquierdo. Se<br />

recomienda una dieta normal sin restricción de sal. Las<br />

intervenciones preventivas orientadas a la reducción de<br />

la incidencia de hipertensión gestacional, especialmente<br />

preeclampsia, que incluyen la suplementación de calcio<br />

(2 g/día) (8) y de aceites de pescado (9), así como el<br />

tratamiento con dosis bajas de ácido acetil salicílico<br />

(10), no han demostrado de manera consistente los<br />

beneficios inicialmente esperados, en especial en el<br />

feto. El ácido acetil salicílico en dosis bajas se utiliza de<br />

manera profiláctica en mujeres que tienen historia de<br />

inicio temprano (antes de la semana 28) de preeclampsia.<br />

Aunque la reducción de peso puede ser útil en disminuir<br />

la presión arterial en las mujeres no embarazadas, no se<br />

recomienda durante el embarazo en las mujeres obesas.<br />

La reducción de peso puede estar asociada con bajo peso<br />

en el neonato y menor crecimiento en los lactantes.<br />

El valor de la administración continua de antihipertensivos<br />

a la mujer embarazada con hipertensión crónica,<br />

continúa siendo un área de debate. Existe consenso en<br />

el tratamiento farmacológico de la hipertensión seve-ra<br />

en el embarazo debido a su efecto benéfico (11). El<br />

tratamiento para la hipertensión de menor severidad es<br />

controversial: puede ser beneficioso en las madres con<br />

hipertensión para reducir su presión arterial, pero la<br />

menor presión arterial puede afectar la perfusión úteroplacentaria<br />

y el desarrollo fetal (12, 13). Existe mucha<br />

menor certeza acerca de los beneficios de disminuir la<br />

presión arterial en las mujeres embarazadas con hipertensión<br />

leve preexistente.<br />

El objetivo del tratamiento de la hipertensión es<br />

redu-cir el riesgo materno, además, los agentes seleccionados<br />

deben ser eficaces y seguros para el feto (14,<br />

15). Si la presión arterial sistólica es >170 mm Hg o la<br />

presión arterial diastólica es >110 mm Hg en la mujer<br />

embarazada, debe considerarse como una emergencia<br />

hipertensiva y es precisa la hospitalización.

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