GUIAS HIPERTENSION ARTERIAL.indb - Scc
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Revista Colombiana de Cardiología<br />
Febrero 2007<br />
El estudio se terminó en forma temprana por disminución<br />
de la mortalidad de 13,6% en el grupo de placebo a<br />
11,8% en el grupo que tomó el medicamento. Se encontró<br />
un aumento significativo de los niveles de potasio.<br />
Se requiere entonces tratar 50 pacientes por año<br />
para prevenir una muerte; para prevenir una muerte u<br />
hospitalización por causa cardíaca, se deben tratar 33<br />
pacientes en un año.<br />
Posiblemente, el diurético más estudiado es la clortalidona,<br />
con el estudio ALLHAT. En una muestra grande<br />
de pacientes con múltiples factores de riesgo cardiovascular,<br />
demostró que no hay diferencia significativa<br />
entre la potencia para disminuir la presión arterial, y,<br />
lo que es más importante, en una comparación directa<br />
con amlodipino e inhibidores de la enzima convertidora<br />
de angiotensina se encontró que no hay diferencia en<br />
la mortalidad o en la aparición de nuevos episodios de<br />
infarto del miocardio (2).<br />
En conclusión, los diuréticos tienen un nicho importante<br />
en el tratamiento de los pacientes hipertensos que va<br />
mucho más allá del control sintomático de los edemas.<br />
Son, por sí solos, excelentes antihipertensivos, y algunos<br />
medicamentos como los antagonistas de la aldosterona<br />
pueden, además, reducir la mortalidad. Se consideran<br />
indispensables coadyuvantes de casi todos los antihipertensivos<br />
para complementar su efecto terapéutico<br />
y combatir los edemas que se producen como efectos<br />
secundarios.<br />
Finalmente, los bloqueadores alfa no tienen cabida<br />
en el tratamiento de los hipertensos con antecedentes<br />
de enfermedad coronaria. Las guías para tratamiento de<br />
la hipertensión del JNC-7 no los recomiendan, pues la<br />
taquicardia refleja puede ser peligrosa en los pacientes<br />
con angina (46).<br />
Sebastián Vélez Peláez<br />
Nota del editor<br />
Los individuos hipertensos con enfermedad coronaria<br />
tienen un riesgo elevado de morbilidad y mortalidad. La<br />
relación entre hipertensión arterial y enfermedad coronaria<br />
puede ser vista desde dos ángulos: la hipertensión<br />
arte-rial como factor de riesgo para el desarrollo de<br />
enfer-medad coronaria (y el impacto del tratamiento de<br />
la hipertensión arterial en la aparición de la enfermedad<br />
coronaria), y lo que debe ser el tratamiento de la hipertensión<br />
arterial en el paciente coronario.<br />
Vol. 13 Suplemento 1<br />
ISSN 0120-5633<br />
291<br />
Con respecto al primer punto, es claro que la hipertensión<br />
arterial (especialmente la presión arterial sistólica)<br />
es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad<br />
coronaria; hasta el 25% de los pacientes coronarios<br />
son hipertensos (47). Sin embargo, el tratamiento de la<br />
hi-pertensión arterial no tiene el mismo impacto en la<br />
pre-vención de la aparición de enfermedad coronaria,<br />
co-mo el que tiene sobre la enfermedad cerebrovascular,<br />
en parte porque la enfermedad coronaria es una entidad<br />
más multifactorial que la enfermedad vascular cere-bral.<br />
La relación entre hipertensión arterial y enfermedad cerebrovascular<br />
es más directa que aquella entre hipertensión<br />
arterial y enfermedad coronaria (48).<br />
Con respecto al tratamiento del coronario hipertenso,<br />
es claro que éstos se benefician de la disminución de las<br />
cifras de presión arterial; el tratamiento de la hipertensión<br />
arterial en el enfermo coronario debe ser más agresivo<br />
que en aquellos individuos sin enfermedad coronaria<br />
asociada, y debe hacerse teniendo en cuenta el riesgo<br />
global del individuo. En el ACTION (43), un estudio en<br />
pacientes con enfermedad coronaria tratados con nifedipina<br />
GITS (OROS), el 52% de ellos eran hipertensos, con<br />
una presión media de 151/85 mm Hg (versus 122/74<br />
mm Hg en el grupo de normotensos). En el grupo de<br />
los hipertensos, el tratamiento adicional con nifedipina<br />
OROS (alrededor del 80% de los pacientes recibían<br />
beta-bloqueadores) redujo significativamente (p