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quizás tienen desencadenantes paleogeográficos: la Tierra Blanca, los continentes<br />
ecuatoriales; la carbonífera, la formación de Pangea; y la neógena, el aislamiento de la<br />
Antártida. Sobre la Ordovícica, la menos estudiada, se ha propuesto recientemente<br />
[Geology (38, 327) 2010] una hipótesis volcánica.<br />
En cuanto a la autopregunta: ¿Cuándo volverá el hielo?, intento responderla en la<br />
nota a las páginas 329-331.<br />
p 124: ¿Son los cantos de las morrenas siempre angulosos…<br />
…como escribo en la nota de esta página? Mi experiencia es que no: en muchos<br />
sitios (sobre todo ahora, con los glaciares fundiéndose) los torrentes intranivales retrabajan<br />
los cantos que desprende el hielo, con lo que las morrenas están compuestas sobre todo<br />
por cantos redondeados. Más aún: hace años oí a un geólogo islandés que la redondez era<br />
el principal criterio por el que identificaban morrenas antiguas.<br />
p 125-126: ¿Metano en la atmósfera proterozoica?<br />
Con los datos actuales, tengo que admitir que mi crítica al esquema de Lovelock<br />
sobre el origen de la glaciación huroniana es infundado, porque la edad de ésta (~2.300<br />
Ma) sí coincide con la fecha de acumulación de oxígeno en la atmósfera, como vimos en la<br />
nota a la p 96. Ahora podemos comprender mejor el cariño que le tienen muchos científicos<br />
atmosféricos al metano [p ej, Geology (31, 87) 2003]: les resuelve a las mil maravillas el<br />
problema del origen de la primera glaciación. Llega el oxígeno y destruye el metano y su<br />
efecto de invernadero = glaciación huroniana.<br />
p 131: Los cabezotas<br />
Stanley Miller y William Schopf podrían muy bien entrar en esta categoría. Pero, ¿y<br />
si llevan –o llevaban- razón?<br />
p 137-138: La Tierra Blanca, hoy<br />
Estas superglaciaciones forman ya parte de la ciencia normal, pero no en su versión<br />
más extrema, que requería también que el hielo cubriera los océanos. Son frecuentes los<br />
estudios [p ej, Geology (39, 31) 2011] que acreditan mares libres de hielo en plena<br />
glaciación. Las glaciaciones parecen tres o quizás cuatro, y su datación se ha podido<br />
precisar [Science (327, 1241) 2010]: Kaigas (dudosa, ~740 Ma), Sturtiense (717-711),<br />
Marinoense (647-635) y Gaskiers (584-582).<br />
Por el contrario, un apoyo muy importante para la superglaciación ha sido el hallazgo<br />
[Science (308, 181) 2005] de un máximo de iridio (Figura 20) en los sedimentos<br />
depositados justo al final de las dos glaciaciones más importantes de la Tierra Blanca, hace<br />
711 y 635 Ma. La cantidad de metal indica que esta última glaciación duró unos 12 millones<br />
de años, al término de los cuales el hielo fundido depositó en los primeros sedimentos el<br />
iridio que los micrometeoritos habían acumulado sobre él durante la época glacial. Por otra<br />
parte, la sugerencia de Hoffman de que la meteorización fuese la causa principal de la<br />
glaciación se ha visto reforzada por las dataciones [Science (327, 1242) 2010] de la gran