NOMADISMO Y €TOPIA - Academia Europea de Ciencias y Artes

JOSÉ IGNACIO RUIZ OLABUÉNAGA
Berna, Habitats, del Paisaje, CITES, Convención de Ramsar,
LICs, Red Europea Natura 2000. El cambio tecnológico ha
colaborado a aliviar algunas presiones sobre el medio ambiente:
un cambio en los materiales y en el suministro de
energía para la provisión de servicios, un modesto avance
en las tecnologías renovables, y en algunos sectores, una
significativa limpieza de industrias anteriormente «sucias».
En años próximos, la reducción de los riesgos ocupa un lugar
más preponderante en los programas de políticas y se
han reforzado los mecanismos de respuesta y los sistemas
de alerta temprana.
Los límites de la sostenibilidad
A pesar de los logros mencionados, la demanda de recursos
y servicios sigue aumentando de forma progresiva en
nuestra sociedad, al igual que sigue aumentando la generación
de residuos para satisfacer esas demandas. La huella
ecológica se amplía, o lo que es lo mismo, la superficie necesaria
para producir los recursos consumidos por un ciudadano
medio de una determinada comunidad, así como la
necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente
de donde estén localizadas estas áreas.
En España se ha calculado una huella ecológica de 4,8 ha.
por habitante en 2005. Teniendo en cuenta que nuestra capacidad
de carga es de 2,3 ha., obtenemos un déficit ecológico
de 2,5 hectáreas per cápita. O sea, cada uno de nosotros
toma prestado 25.000 m 2 de terreno productivo de
otros países. A escala global, la huella ecológica ha superado
la capacidad de generación de recursos del planeta desde la
década de 1980. La huella correspondiente a 1961 se estimaba
en un 70% de la capacidad de regeneración de la Tierra.
En la década de 1980 el consumo alcanzó el total disponible,
y en 1999 excedió la disponibilidad planetaria. Ahora
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