NOMADISMO Y €TOPIA - Academia Europea de Ciencias y Artes

JOSÉ IGNACIO RUIZ OLABUÉNAGA
pos de movilidad en función del protagonista, debe añadirse
la diferenciación entre éstos y el sistema de transporte.
Mientras, la movilidad de personas y de mensajes por el espacio
electrónico ha experimentado una revolución insólita
cuyo desarrollo futuro aún no ha superado sus fases iniciales.
Nunca como ahora los flujos migratorios han sido tan
pervasivos ni tan influyentes socioeconómica y políticamente
como ahora. Nunca los líderes políticos les atribuyeron tal
prioridad, ni atención, ni fueron vistos tan ligados a los problemas
de la seguridad nacional y el conflicto social. De los
nacidos en España (39.027.332), habían abandonado el municipio
de nacimiento (sin salir de España) 18.879.810, esto
es, el 48,3% (INE, 2004).
Al margen del flujo turístico de extranjeros que llegan a
España, los españoles efectuaron un total de 44.886.826 viajes
turísticos en 2003, de los que 3.928.003 implicaron la salida
de España (INE, 2003).
Estamos asistiendo a un incremento espectacular de la
movilidad urbana en todas sus formas y modalidades. En
los últimos años, la agenda de los responsables urbanísticos
en menor o mayor escala, está ocupada en la necesidad
de dar respuesta a los problemas derivados de la movilidad.
Como algunos urbanistas modernos han dicho reiteradamente
de una forma, quizás un tanto exagerada, hemos
pasado de la ciudad-estructura a la ciudad-flujo. Posiblemente
el gran desafío urbanístico de las ciudades del siglo
XXI que acabamos de comenzar, será conocer cómo solucionar
los problemas de movilidad derivados de los crecimientos
urbanos. El transporte urbano transportó a
1.840.000 viajeros y solamente en agosto Renfe transportó a
32.097.000 pasajeros (INE, 2004).
La estrecha relación existente entre movilidad y medioambiente
obliga a revisar la distribución de los recursos
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