NOMADISMO Y €TOPIA - Academia Europea de Ciencias y Artes

JOSÉ IGNACIO RUIZ OLABUÉNAGA
decisiones industriales no son ni calculables, ni controlables.
Piénsese en el riesgo nuclear o en las investigaciones
genéticas. Nace la sub-política como política ejercida al
margen de los organismos políticos institucionalizados,
como son las ONGs. La única identidad colectiva y común
es la de sentirse participando en la movilidad inevitable.
Una movilidad que se guía por criterios necesarios, diversificados
individualmente y operativamente inciertos.
De ahí que la vida cotidiana de estos ciudadanos conlleve
una permanente deslegitimación del pasado y una constante
aceptación del riesgo de asumir la responsabilidad que
supone contribuir a la creación de un futuro sin suficientes
garantías.
El desencantado responsable se guía por una ética diferentealadel«other
directed» descrito por Riesman en su
Muchedumbre Solitaria que se guiaba permanentemente
por un «otros móvil», a modo de girasol, como punto definido
de referencia ajena. Se diferencia igualmente del ego
freudiano constantemente sometido al Súper-Ego. El desencantado
moderno se guía por la ética de la comprobación
científica. Es la prueba que ofrece la ciencia la que asume
la crucial tarea de discernir mediante comprobación, lo
recto de lo incorrecto, lo saludable de lo pernicioso, lo
aceptable de lo que no se asume. Pero sucede que la ciencia,
que sanciona por comprobación, es incapaz de predecir con
certeza el desarrollo de los riesgos económicos, sociales y
políticos que se asumen sin saber a ciencia cierta el alcance
de sus consecuencias.
La carencia de seguridad ética lleva, paradójicamente, al
ciudadano móvil a un plus de exigencia moral que se aplica a
la toma de decisiones arriesgadas en las que cada acto concreto
equivale a un intento de colonización del futuro. Los
desencantados son, en efecto, los creadores de su propio futuro
y los líderes sociales, a su vez, del futuro y de la sociedad.
[ 96 ]