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Oszkár Papp (n. 1925), que partiendo de la cabeza del Apóstol Santiago del Museo de<br />
Budapest, realiza la obra Variaciones verticales de cabeza en memoria del <strong>Greco</strong>. Incluso<br />
la estupenda portada del estudio homenaje es un canto a la influencia del <strong>Greco</strong> –más<br />
concretamente del Apostolado– en los distintos movimientos artísticos.<br />
Rastrear la influencia del <strong>Greco</strong> en el arte del siglo XX no es excesivamente complicado.<br />
Hacerlo con la imagen de los Apóstoles nos causa más problemas. Quizá porque<br />
estas obras no habían salido nunca de Toledo (tanto el Apostolado de la Catedral como<br />
el del Museo, con la corta excepción de su estancia en Madrid), habían permanecido más<br />
ocultas y su ámbito de acción fue menos evidente. Si comparamos la influencia que las<br />
obras que se exhibían en Estados Unidos han ejercido sobre la pintura moderna es evidente:<br />
La Visión del Apocalipsis del Metropolitan Museum de Nueva York, el San Martín y<br />
el pobre de la National Gallery de Washington y La Asunción de la Virgen en Chicago, se<br />
evidencian en pintores de la talla de Sargent, Pollock, muralistas como Orozco, Siqueiros<br />
o Benton, o escritores como Hemingway, asiduo visitante del Museo de Chicago y que escribe<br />
sobre el <strong>Greco</strong> en su conocida obra Por quién doblan las campanas. <strong>El</strong> mexicano Clemente<br />
Orozco volvió de su visita a Toledo muy impresionado y en su autobiografía dejaría<br />
escrito: “… en Toledo todavía están enterrando al Conde de Orgaz, y <strong>El</strong> <strong>Greco</strong> todavía vive<br />
y pinta, y sus Apóstoles todavía trabajan durante el día. Uno de ellos llevó mi equipaje<br />
hasta el hotel, otro me sirvió un vaso de vino, y un tercero era el conductor del autobús de<br />
Madrid, e incluso pude ver otro apóstol en el Puente de Alcántara” 26 .<br />
<strong>El</strong> número de cuadros del <strong>Greco</strong> que estaban a la venta en París desde mediados del<br />
siglo XIX se contaba sobre la veintena, principalmente santos aislados o figuras de apostolados<br />
27 . Y la influencia que ejerce sobre Manet, debido a su contacto Zacharie Astruc<br />
(pintor, escultor, compositor y poeta) tras su viaje iniciático a España en 1863, es de<br />
sobre conocida; de hecho, Manet parece inspirarse en el Caballero de la Mano en el<br />
Pecho para realizar el retrato de su amigo Astruc en 1866. La huella en el Realismo, Impresionismo<br />
y Postimpresionismo es evidente; Monet, Degas o Cezanne son buena<br />
muestra de ello; así Palma Martínez Burgos señala que “no puede negarse que los distintos<br />
apostolados constituyen una lección sin igual de la capacidad introspectiva de <strong>El</strong><br />
<strong>Greco</strong>. Pocas veces se ha dado en la historia de la pintura tal concentración de expresividad<br />
con la que se alcanzan cotas inigualables en la atmósfera emocional. Habrá que<br />
esperar al realismo francés para que vuelvan asomar esas miradas extraviadas en las<br />
que se desvanecen las distancias entre la razón y la demencia” 28 . Ya en el cambio de<br />
siglo, en la capital del Sena nos encontramos con Picasso o Zuloaga. Este, en su estudio<br />
parisino, tenía la famosa Visión del Apocalipsis, antes de pasar a Nueva York (aparece<br />
como fondo en la conocida obra Mis amigos, donde retrata la intelectualidad de<br />
los años 20). <strong>El</strong> pintor fue un gran coleccionista de grecos y su relación con el joven Picasso<br />
–que ya copiaba al <strong>Greco</strong> en el Museo del Prado en 1897, y escribía en sus apuntes<br />
“Yo, el <strong>Greco</strong>”– fue importante. Durante su Etapa Azul ya había pintado obras tan<br />
significativas como <strong>El</strong> Entierro de Casagemas o Las Dos Hermanas, inspiradas en el entierro<br />
del Conde de Orgaz y la Visitación respectivamente. Ya en París, podrá contemplar<br />
al Visión del Apocalipsis que tanto influirá para pintar Las Señoritas de Avignon.