03.06.2013 Views

Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

como el pecado aún domina al mundo, la tarea apostólica, en sus trámites,<br />

será siempre un doloroso espectáculo de sacrificio para las almas<br />

comunes. Todos los que siguieron a Jesús fueron obligados a identificar<br />

su destino con la señal del martirio. Los que no se desprenden de la<br />

Tierra, crucificados por los dolores públicos, se retiran al desamparo,<br />

profundamente afligidos por los oprobios humanos, calumniados, humillados,<br />

heridos. ¡Pocos triunfaron conservando la serenidad y el amor<br />

inmaculado, hasta el fin!... ¿Ponderaste semejantes experiencias en las<br />

que tu alma peregrinará por algún tiempo, hendida de angustias?...<br />

–Sí, querido amigo, reflexioné en todo eso y estoy decidida a dar<br />

testimonio de ello, por más cruel que sea mi derrotero.<br />

–Venturosa serás si pudieres aceptar el sufrimiento en la Tierra,<br />

dentro de este concepto –exclamó el mentor con gran tranquilidad–. El<br />

hombre común, en sus intereses mezquinos, no considera el dolor sino<br />

como un rescate o pago de deudas, desconociendo el gozo de padecer por<br />

cooperar sinceramente en la edificación del Reino del Cristo.<br />

–Jesús, que ve mi corazón, me enseñará a transformar la tortura en<br />

cántico de gracias y me auxiliará a olvidar los pensamientos indignos, con<br />

las que me puedan cercar los espíritus vulgares, en relación con el trabajo<br />

porfiado y difícil de la redención y del engrandecimiento de la vida.<br />

Antenio se conmovió profundamente ante tan valerosa resolución<br />

y respondió, finalmente:<br />

–Pues bien, ya que te afirmas en propósitos tan elevados y guardas<br />

todos los justos e imprescindibles preceptos a la situación, permito tu<br />

regreso a la Tierra, en nombre del Señor.<br />

Alcione se henchía de júbilos santos. La suave emoción de aquella<br />

hora le abría las puertas resplandecientes de esperanza y alegría<br />

insuperables.<br />

–Considerando –dijo el amoroso instructor– que partirás no ya<br />

ocasionalmente sino para una transformación sacrificada, que exigirá<br />

mucho trabajo y renuncia, quedas desde ya desligada de tus obligaciones<br />

en esta esfera, a fin de que te adaptes, venciendo las situaciones adversas<br />

de las regiones inferiores que nos separan del mundo, en lo que, presiento,<br />

deberás gastar casi diez años terrestres.<br />

Alcione, vertiendo lágrimas de alegría y gratitud, se aproximó, tomó<br />

la diestra de Antenio y murmuró:<br />

ANUARIO ESPÍRITA 105

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!