Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

por Nuestra Galaxia”, “Trabajo sobre las Muchas Moradas en la Casa del Padre”,
“Estudio de las Virtudes”, “Estudio de los Defectos”, “Representación Teatral de las
Virtudes”, “Arte Dirigido”, “Musical y Pinturas” y “Salón interactivo de juegos
compartidos”.
Es muy agradable saber que las niñas y niños en el Congreso se hicieron
presentes y participaron en actos culturales. Para los asistentes fue un motivo de
alegría, al ver a las niñas y niños de una manera segura mostrar sus aptitudes, dejando
aunladolatimidez.
Sus voces dóciles, al unísono,
entonaron melodías que exaltaron de
emoción los corazones de todos los
presentes. Esta actuación de las niñas y
niños, nos indica que muy pronto ese
semillero estará ocupando la Tribuna
Espírita y entonces se recogerá la cosecha
de la siembra de un trabajo que se ha venido
haciendo y que se debe continuar.
En la clausura del Congreso, los
congresistas fuimos sorprendidos con la
presentación de la reflexiva obra de teatro
“Los Santos también van al Umbral”,
dirigida por Alba Leonor Camacho,
Presidenta de “Fedeoriente”.
El guión de la misma, se
fundamentó en el trabajo que realizan los
dirigentes o trabajadores de un Centro
Espírita. Cada uno ejecutaba sus tareas
pensando que lo que estaba haciendo lo
hacía a la perfección.
A cada uno de ellos le llegó el
día de la partida al mundo espiritual, dando cumplimiento a la ley de la desencarnación.
Allí, en el mundo espiritual, las cosas son muy claras y no hay forma de ocultar
nuestros defectos y mucho menos en colocarnos las máscaras que utilizamos en la
Tierra, para aparentar lo que no somos.
Esos “trabajadores espíritas”, al despertar en la patria espiritual, se encontraron
que no estaban en los anhelados mundos felices, sino para su sorpresa estaban en el
umbral, desde el Presidente, Director Doctrinario, y el Director de Sesiones, etc.
¿Por qué?, Desafortunadamente, no se obró a conciencia y olvidaron el sagrado
compromiso que tenían como trabajadores de la última hora. Dolorosas y escalofriantes
escenas se vieron allí, pero lo más triste es la situación que tuvieron que vivir, quienes
pensaban que eran elegidos de Dios. Rogaban al Padre una nueva oportunidad, a
través de la reencarnación, para rectificar errores.
ANUARIO ESPÍRITA 251