Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!
Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!
Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
aunque ella jamás lo hubiese visto antes: ¡María! Irguió entonces a la sollozante<br />
criatura, escuchando sus quejas con serena comprensión, reconfortándola con<br />
sabias palabras, retirando de sus frágiles y bellos hombros el peso de la culpa<br />
y de la abyección, permitiéndole recuperar la autoestima, colocando la<br />
renovación interior y la caridad, como imprescindibles caminos para la<br />
pacificación del ser y la felicidad.<br />
A la luz imprecisa, el romano juzgaba ver, enseguida, desde el inicio<br />
de la entrevista, figuras oscuras y aterradoras rodeándola. ¡Tantos!<br />
Súbitamente, se alejaron, expulsados por la luz del Maestro.<br />
Estuvo también, en el banquete del astuto y orgulloso fariseo Simón,<br />
que había invitado a Jesús con la intención de someterlo a la curiosidad de<br />
sus invitados, promoviéndose. Allí encontró nuevamente a María, desafiando<br />
prejuicios e hipocresías de la sociedad, exponiéndose al riesgo de ser<br />
apedreada. Una vez más se lanzó a los pies del Maestro, lavándolos con sus<br />
lágrimas, secándolos con sus largos y suaves cabellos, ungiéndolo con precioso<br />
perfume, sincera ofrenda a Aquél cuyos días en el ropaje carnal pronto llegarían<br />
a su fin.<br />
A los comentarios mordaces que criticaban su posición considerada<br />
demasiado benévola e impropia, el Rabí respondió con extrema sabiduría y<br />
sensibilidad, osando desenmascarar los conceptos distorsionados e hipócritas<br />
de los tiempos. Penalizado, comprendiendo el dolor de la mujer rechazada en<br />
sus anhelos más sublimes, dijo: “El amor cubre multitud de pecados…”<br />
¿Compararlo a los difamadores? ¡Imposible! ¡Él era de otra cepa,<br />
superior a todo lo conocido hasta entonces!<br />
Prolongó su tarea, demorándose en la observación que lo fascinaba<br />
cada vez más. El trabajo, considerado inicialmente tedioso y oscuro, se<br />
revelaba sorprendente.<br />
Siempre disfrazado, peregrinó con Jesús, conociéndolo, y aprendiendo<br />
a amarlo. ¿Cómo no amar, compartiendo sus andanzas, aprendiendo sus ideas?<br />
¡Más que Profeta, un Maestro! Persiguiéndolo por los caminos, había<br />
tenido la oportunidad de saber cómo se portaba en su vida diaria, cómo eran<br />
las horas en que no estaba rodeado por la multitud. Jesús apreciaba: bañarse<br />
en cristalinos riachuelos, las frutas secas, las largas y serenas conversaciones,<br />
bajo el manto de las estrellas… Presenció sus caminatas por blancas arenas,<br />
cual niño, la túnica levantada de los pies que buscaban las olas deshechas en<br />
70<br />
ANUARIO ESPÍRITA