Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

naciones de Emmanuel: Publio Léntulus Sura, Publio Léntulus Cornelius,
Nestorio, el Padre Damián y el filósofo Basilio.
¡Maestro Divino! Cuando recordamos las divinas lecciones de
inmortalidad que nos legaste, frente a una Navidad más que señalamos,
sólo nos corresponde, en nuestra insipiencia espiritual, elevar tanto como
nos sea posible, a las luces de los cielos la oración que nos enseña
Emmanuel:
“¡Señor!
¡Enséñanos a caminar por la luminosa senda del auxilio!
¡Danos fuerza para destruir la pesada fortaleza de nuestros propios
errores, valor para abrir el camino de la liberación de nosotros mismos y
recursos para liberar el corazón a favor de nuestros semejantes,
entregándoles, en fin, los tesoros de amor que nos confiaste!...
Que, por dónde pasemos, el dolor sea menos angustioso, la
ignorancia menos agresiva, el odio menos cruel, las tinieblas menos densas,
el desánimo menos sombrío, la incomprensión menos destructora…
Si no poseemos, aún, bienes positivos con los que podamos
enriquecer la jornada terrestre, ayúdanos a disminuir los males que nos
rodean…
¡Que, en tu nombre, distribuyamos fraternidad y renovación, usando
con alegría, los dones sublimes e invisibles, del silencio, de la comprensión
y de la renuncia!...
¡Señor!
Que nos enseñaste, sin palabras, las supremas lecciones de la
sencillez en el Pesebre y del sacrifico en la Cruz, indicándonos así, el
derrotero de la construcción espiritual y de la resurrección divina.
Orienta nuestros pasos inciertos y ampara nuestros propósitos
santificadores, para que tu voluntad, misericordiosa y justa, se haga en
nosotros, por nosotros y para nosotros, hoy y siempre, donde quiera que
estemos.
¡Y que así sea!”
(Oración tomada de “Nuestro Libro”, Diversos Espíritus, Francisco
Cândido Xavier, LAKE, San Pablo, Segunda Edición, página 89).
170 ANUARIO ESPÍRITA