Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

MENSAJE DE MONSEÑOR ENRIQUE MARÍA DUBUC (1)
“Luché por la prosecución de la vida cuando encontré la verdad. Sufrí, pero
no silencié la palabra de los benditos inmortales.
Hablé desde el púlpito, escribí en periódicos, pues concebí la inmortalidad.
No creyeron en mí. Sufrí, lloré; pero no sentí la duda sobre mi pecho. Preferí el
ridículo y pérdida de los honores terrestres, por ser fiel a los nuevos rumbos que
ampliaron mis horizontes de la percepción espiritual. Algunos creyeron que había
enloquecido. Otros, que la ancianidad dominaba mis fuerzas, mas, fue la certeza la
que habló en mí.
No fui un idealista apasionado. Investigué, inquirí. Puse mi pensamiento en la
meditación y los hechos me demostraron la realidad de la vida más allá de la tumba.
Ya viejo, sin otra ambición que la inmortalidad, sentí que disminuían mis
poderes y mis conceptos y, ¿por qué no decirlo? Fui expiando mi propia salud; pues
últimamente, la luz se apagó en mis ojos y una afección cardíaca apagó mi vida.
Vengo a decirles a mis amigos de Venezuela, que la vida es el triunfo del
amor sobre la muerte.
En Barquisimeto prediqué. Hablé a la gente con bendiciones del Maestro
Jesús, pero fui esclavo del dogma. Estuve preso en las limitaciones del compromiso
eclesiástico en mi Diócesis, la más vieja de la Patria.
En mis palabras podía haber un profundo apoyo en la cruz; pero yo sólo
obraba por las glorias temporales.
Cuando la certidumbre me llegó, ya mi cuerpo se inclinaba hacia la tumba.
Mas, nada muere. Somos eternamente vivos. Continuamos amalgamando, pregonando
esta verdad alentadora que quiebra las cadenas de hierro de la ignorancia.
Jesús es un símbolo de Libertad, vivo y actuante, conduciéndonos a la vida
plena. Seguidlo. Seguir a Jesús es transformarse en una lámpara encendida,
alumbrando la noche y esta es la base del hombre inteligente, Cristiano y Espírita, en
el momento actual.
Proseguid, aunque la conveniencia os exija suprimir cuentos y recuerdos. El
verdadero héroe se conoce por las cicatrices y no por las condecoraciones. El precio
de vuestra labor no ha de ser pequeño. Tenéis que luchar con ignorantes, soberbios y
traidores.
Cualquier contribución a la verdad, es la verdad contribuyendo a favor de la
vida. La verdad estriba en luchar por la verdad.
(1) Este mensaje fue recibido por el médium Divaldo Pereira Franco el día 7 de octubre
de 1963, en la modalidad de vidente auditivo, ante una delegación de espiritistas venezolanos
compuesta por PedroAlciro Barboza de la Torre, quien fue amigo personal de Monseñor Dubuc,
José Naranjo Carrillo, Nelly Silva de Naranjo, Miguel Ángel Ortega y Rosario de Ortega, en
Carapachay, Buenos Aires, Argentina, y fue publicado en “El Mensajero”, Nº 29, de octubre
de 2010, Órgano de la Central Espírita Venezolana, dirigido y editado por José Naranjo Carrillo.
El médium en esa fecha, no conocía Venezuela.
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