Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!
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casa, forzados por las inflexibles determinaciones de las leyes romanas, y<br />
agradablemente convencidos por una generosa oferta de pago, que el joven<br />
empalidecido y triste, de educados gestos y palabras, hizo cuestión de honrar<br />
en el acto. La anciana señora lo alojó en una de las habitaciones, rodeándolo<br />
de maternales cuidados, transfiriéndole filial amor.<br />
Por la mañana, el antiguo espía abandonaba la casita, perdiéndose en<br />
largos paseos, procurando el abrigo de frondosos árboles y el frescor de la<br />
orilla de los ríos y cascadas, saciando la sed en transparentes aguas y<br />
entreteniéndose en largos baños, que le dispersaban las energías deletéreas.<br />
Se alimentaba frugalmente, disfrutando con el sabor del queso fresco y de la<br />
miel pura, colocada por la anciana en la alforja.<br />
El color fue volviendo a su rostro, aunque el corazón le doliese sin<br />
parar y el remordimiento por la omisión le pesase continuamente. Una nostalgia<br />
inexplicable comandaba sus días, recordando siempre a Jesús.<br />
Por la noche, abandonaba el cuerpo exhausto sobre el lecho y se<br />
sumergía en el sueño. Entonces, sin que él lo supiese, su espíritu se liberaba<br />
de las pesadas amarras de la carne, alzando libre el vuelo, juntándose con<br />
muchos que igualmente habían conocido al Rabí. Una numerosa asamblea<br />
los acogía en el Mundo Espiritual, y diversos instructores completaban lo que<br />
habían aprendido con el Maestro, preparándolos para las sublimes tareas de<br />
divulgación de la Buena Nueva. Tan pronto despertaba, lo asaltaba la nostalgia<br />
inconsciente de los lugares de sublime belleza que visitaba mientras el cuerpo<br />
físico yacía adormecido y de las personas de vibraciones afines, con las cuales<br />
había convivido en espíritu.<br />
¡Marcos Virgilio aguardaba un radical cambio en su vida, aunque no<br />
supiese precisar cuál sería!<br />
Huía de las relaciones, esquivando el contacto humano. Quería<br />
permanecer a solas, la cabeza girando en mil pensamientos y dudas, el corazón<br />
deseoso de algo indefinido. Fue así que, en los primeros tiempos, dejó de<br />
notar la salida de los anfitriones en ciertos y programados días de la semana.<br />
Sin embargo, más calmado, rehecho de las emociones violentas<br />
desencadenadas por la muerte brutal del Maestro, preparándose para nuevas<br />
oportunidades y experiencias de vida, auxiliado por amigos espirituales, prestó<br />
atención al hecho. Intrigado, osó tocar discretamente el asunto; se pusieron<br />
nerviosos, las explicaciones no le convencían. Probó interrogándolos por<br />
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ANUARIO ESPÍRITA