Anuario Espírita 2011 - ¡Bienvenido a Mensaje Fraternal!

Patria Espiritual, hacia donde todos regresaremos un día, alcanzando la
felicidad de una perpetua unión con los seres amados que nos
precedieron!”
Doña Hormenzinda se calló, y nuestra pluma no hará comentarios
acerca del importante hecho. Recordaremos apenas, una vez más, el poder
de la voluntad, la fuerza mental del espíritu recién desencarnado de la
graciosa “Betinha”, la cual, deseando, antes de morir, un vestido de baile,
de color rosa, para ser usado en la fecha de su cumpleaños, tres días
después de su paso para la vida espiritual se presenta vestida así, en
espíritu, para identificarse mejor y también, con el propósito de demostrar
la fuerza de su personalidad conservada más allá de la tumba. Y lo hizo
imprimiendo en las sutiles delicadezas de su periespíritu las formas de la
indumentaria deseada, pues sabemos que el cuerpo espiritual es
impresionable, amoldándose a cualquier impulso de nuestro pensamiento,
lo cual, por eso mismo, podrá imprimir en él cualquier apariencia visible,
desde que una voluntad enérgica lo accione.
Además, no ignoramos que el espíritu podrá crear y modelar su
propio vestuario, si lo desea, valiéndose de esencias, fluidos y materias
especiales del mundo invisible, los cuales, para los efectos de la
materialización, son conjugados con los fluidos del médium.
“A la mañana siguiente –agregó la narradora–, Eunice, que es una
hábil diseñadora e inspirada pintora, traza a lápiz el retrato de su hermana
que la visitó en Espíritu, reproduciendo el magnífico vestido de
Ultratumba, sin omitir un solo detalle, pues la aparición, muy nítida y
caprichosa, se calcó poderosamente en su retina mental, permitiendo la
reproducción integral de lo que había sido presenciado.”
Concluyendo: exactamente como actuó el pintor alemán Alberto
Dürer, al desear pasar al lienzo las imágenes de los cuatro evangelistas,
después de verlas materializadas en el aire, de la ventana de su estudio, y
como los médiums literarios, que, obteniendo en el Espacio, durante
transportes mediúmnicos o trances felices, por la acción de sus Guías
Espirituales, la narración escenificada de grandes dramas de vidas
humanas, o transcribir en novelas y bellas historias instructivas, junto a
la asistencia de los mismos guías, para provecho de los lectores.
Espera la joven pintora trasladar el pequeño diseño a un cuadro al
óleo, sobre el cual imprimirá los colores que le fueron presentados durante
la visión, cuadro que quedará como un valioso testimonio de otro lindo y
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