12.05.2014 Views

Las Vidas de Tirofijo

Manuel Marulanda Velez, o Pedro Antonio Marin, de su nombre de Bautizo, fue uno de los Hombre perseguido de la historia moderna de Colombia, innumerables veces hemos escuchado la noticia de su muerte, mientras tomábamos juntos a él el primer café de la mañana....

Manuel Marulanda Velez, o Pedro Antonio Marin, de su nombre de Bautizo, fue uno de los Hombre perseguido de la historia moderna de Colombia, innumerables veces hemos escuchado la noticia de su muerte, mientras tomábamos juntos a él el primer café de la mañana....

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

preferible la muerte a <strong>de</strong>cidirse protestar <strong>de</strong> ser liberal. “Algunos jefes liberales <strong>de</strong> esas<br />

veredas dieron la consigna por cierto muy clara: el que se quiera voltear a conservador, bien<br />

pue<strong>de</strong> hacerlo y así evita problemas con su vida y sus bienes. Muchos caciques liberales <strong>de</strong><br />

la región dieron el ejemplo con excesiva rapi<strong>de</strong>z...”.<br />

Ellos como razón <strong>de</strong> su actitud, explicaron que lo que estaba sucediendo en el país<br />

expresaba una política <strong>de</strong>l gobierno conservador contra el partido liberal. Pero nada <strong>de</strong><br />

quedarse en su tierra y mucho menos <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla. Sólo que daban como resquicio <strong>de</strong><br />

esperanza para un futuro no lejano: el liberalismo volverá a tomar las riendas <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y<br />

“uste<strong>de</strong>s podrán regresar a la tierra...” Ya nadie ponía en duda en cambio, que las bandas<br />

actuaban por orientación <strong>de</strong>l gobierno, con respaldo, por cierto planificado <strong>de</strong> la policía.<br />

“Porque el liberalismo es mayoría y el gobierno conservador tiene el plan <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgastar a las<br />

mayorías, eliminar esas mayorías en votos y en vidas, para que en las próximas elecciones<br />

el conservatismo gane esas elecciones y pueda perpetuarse en el po<strong>de</strong>r. Es que las bandas se<br />

creían dueñas <strong>de</strong> la tierra que pisaban, bufando muy fuerte, se sentían muy po<strong>de</strong>rosas...”. El<br />

tío Ángel Marín lo discutía con amista<strong>de</strong>s, ya en voz baja, atemorizado: “Quieren reducir al<br />

liberalismo, someterlos a una cuestión <strong>de</strong> violencia...” Al encogerse <strong>de</strong> hombros como<br />

queriendo una respuesta que no tenía, para <strong>de</strong>cir finalmente: “Hay que comenzar a<br />

vengarse, acallar la política oficial...”. No salía la conclusión <strong>de</strong>finitoria.<br />

<strong>Las</strong> bandas <strong>de</strong> forajidos <strong>de</strong>saparecieron <strong>de</strong> El Puerto; los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> carretera resultaron <strong>de</strong><br />

pronto -un encanto casual, infinita alegría cuando se conoció- solitarios; se esfumaron, se<br />

largaron y <strong>de</strong>jando rastros <strong>de</strong> sus carpados y toldas como en épocas <strong>de</strong> matanzas frescas <strong>de</strong><br />

ganado.<br />

Surgió en esa parte <strong>de</strong> la cordillera, el compadrazgo, especie <strong>de</strong> bordón en que apoyarse.<br />

Un liberal tiene un compadre conservador, va y lo busca en su rancho, lo ro<strong>de</strong>a con gestos<br />

familiares y lo envuelve en su “conversa: Bueno, compadre, qué hacemos, nos están<br />

matando...y los hijos se van a quedar sin padre. Posiblemente, quizá le tocará a usted la<br />

carga <strong>de</strong> los ahijados, ¿no le parece...? Pensativo el compadre conservador le aconseja con<br />

palabras que entrañan mucha suspicacia: “Nada <strong>de</strong> escalofrío, <strong>de</strong>je el temor, compadre. Lo<br />

indicado es que usted vaya a la inspección <strong>de</strong> policía y saque el papelito aquel, legalice su<br />

vida y cuando vengan por aquí, los conservadores, yo les digo, ese señor es bueno en su<br />

pensar, gente sana y <strong>de</strong> trabajo. Un hombre <strong>de</strong> rectitud cabal que acata nuestras i<strong>de</strong>as<br />

conservadoras. Entonces, compadre, mi ahijado tendrá padre con vida, ¿no le parece...?”.<br />

Los compadres intermediando por sus compadres, arraigado lazo <strong>de</strong> humanidad.<br />

Llegaron otra vez más <strong>de</strong> quinientos hombres, huracanados por el mismo San Rafael y<br />

vieron <strong>de</strong> camino los rastros <strong>de</strong> la <strong>de</strong>solación que habían <strong>de</strong>jado: el humo se ahuyentó, los<br />

<strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> los almacenes en cenizas, las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los edificios cayéndose en pedazos <strong>de</strong><br />

carbón y la maleza en nudos abrazando a las piedras; uno que otro estante y mostrador<br />

crecido en lamas y musgos, las telarañas en arabescos, una puerta sin abrir sobre el pasto, el<br />

esqueleto <strong>de</strong> un hombre sembrado como la continuación <strong>de</strong> gruesas raíces salientes <strong>de</strong> un<br />

viejo árbol. Paisaje abrumado por la atmósfera quieta como si fuera un telón enterrado en lo<br />

más alto <strong>de</strong> la cordillera. Sin cansancio en sus cuerpos ni sudor impregnado en sus camisas,<br />

se bajaron <strong>de</strong> los camiones a buscar sitio para sus senta<strong>de</strong>ras, bien armados y casi todos<br />

47

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!