12.05.2014 Views

Las Vidas de Tirofijo

Manuel Marulanda Velez, o Pedro Antonio Marin, de su nombre de Bautizo, fue uno de los Hombre perseguido de la historia moderna de Colombia, innumerables veces hemos escuchado la noticia de su muerte, mientras tomábamos juntos a él el primer café de la mañana....

Manuel Marulanda Velez, o Pedro Antonio Marin, de su nombre de Bautizo, fue uno de los Hombre perseguido de la historia moderna de Colombia, innumerables veces hemos escuchado la noticia de su muerte, mientras tomábamos juntos a él el primer café de la mañana....

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

histórico para nosotros, porque ahí se produce ya el encuentro entre los dos grupos...”.<br />

Pedro Antonio Marín y su primo Alfonso viajaron por vía legal, salieron por Anaime hasta<br />

la carretera nacional, más <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Cajamarca se montaron en un carro y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Neiva se<br />

dirigieron hacia El Carmen, culminando la zozobra en Gaitania. En ese sector encontró a su<br />

padre y a sus hermanas. Permanecieron a resguardo y Pedro Antonio Marín volvió a<br />

trabajar como aserrador. Luego en El Carmen, cerca <strong>de</strong> Nazareno trabajó en la finca <strong>de</strong> un<br />

coronel alemán que había llegado a esas tierras, huyendo <strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial.<br />

Esperaba el contacto con los Loayza. Ellos seguían perdidos por los lados <strong>de</strong> La Profunda.<br />

“A mi me tocó estar escondido en el monte, a poca distancia <strong>de</strong> El Carmen, tiempo muy<br />

cruel. Viene lo <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> Gaitania, yo fui avisado con tiempo por ellos, porque moraban<br />

temporalmente en una región llamada San Jorge. Ellos con su cuadrilla hacían sus andanzas<br />

y nosotros les poníamos los contactos. Por fin logramos llegar a ellos y ya nos encontramos<br />

con toda la familia <strong>de</strong> los Loayza, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> Gaitania, que entre otras cosas<br />

tenemos un parentesco familiar, digamos que siempre bastantico. Ahí en esa conversación<br />

comenzamos a organizar la cosa en el Sur <strong>de</strong>l Tolima...”.<br />

Después <strong>de</strong> escuchar a los Loayza, Pedro Antonio Marín discernía, que “por lo menos se<br />

vislumbraba una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la situación, porque al concentrarnos los dos grupo, se<br />

resolvía una cuestión más clara, en relación con hacerle pelea al ejército, a la policía y a los<br />

pájaros que continuaban pistoleteando a la gente, picaban a plomo y rápido salían<br />

volando”.<br />

“Porque no es fácil el comienzo <strong>de</strong> una lucha...” <strong>de</strong>cidieron crear una dirección <strong>de</strong>l<br />

movimiento, planear algunos objetivos, mientras le daban más tiempo al tiempo para<br />

localizar a la dirección nacional liberal. “Queríamos una orientación <strong>de</strong> qué hacer con<br />

motivo <strong>de</strong> la represión, no una orientación en el plano militar, la organización militar ya se<br />

estaba gestando. Queríamos que nos dijeran que nos iban a ayudar con un poco <strong>de</strong> sus<br />

luces, no se pedía más. Pero resulta que se seguía hablando en el tono anterior, que existía<br />

un sector <strong>de</strong>l ejército y <strong>de</strong> la policía partidaria <strong>de</strong>l liberalismo, dispuestos a participar en un<br />

golpe militar contra el gobierno, que al producirse el golpe, los generales, los coroneles, los<br />

capitanes permitirían el retorno <strong>de</strong>l liberalismo al po<strong>de</strong>r...”. Especulaciones que nadie en<br />

persona confirmaba. La montaña penetrada por rumores. No leían la prensa, la radio<br />

amordazada. Estábamos buscando soluciones como liberales perseguidos, pero el panorama<br />

en verdad no era muy claro. ¿Qué hacer...? Nos sentíamos confundidos con algo que<br />

abruma y atur<strong>de</strong> el entendimiento <strong>de</strong>l hombre: el aislamiento. No <strong>de</strong>jarnos matar<br />

amarrados, no <strong>de</strong>jarnos coger presos para que nos llevaran con vida hasta el río, no permitir<br />

que nos quitaran la vida en la orilla <strong>de</strong> cualquier río y que sus aguas nos llevaran flotando<br />

como muertos. No era otra la orientación que surgía en nosotros...”.<br />

Con base en una labor <strong>de</strong> inteligencia, hicieron la primera acción, en un lugar conocido<br />

como La Profunda, Sur <strong>de</strong>l Tolima, en cercanías <strong>de</strong> La Gallera. Se logró la información <strong>de</strong><br />

que en ese sitio había un retén con cincuenta conservadores, bien armados <strong>de</strong> revólveres,<br />

escopetas, un fusil <strong>de</strong> un tiro, conocido como grass y escopetas <strong>de</strong> tres a cinco tiros. Se<br />

sabía porque lo vieron los ojos <strong>de</strong> la inteligencia; que a las cinco <strong>de</strong> la mañana, puntuales<br />

los hombres los hombres se levantaban y se iban a lavar los dientes y la cara a una pequeña<br />

quebrada, situada a ochenta metros <strong>de</strong> la casa don<strong>de</strong> dormían confiados, porque nadie los<br />

había asustado, <strong>de</strong>jando por lo regular las armas colgadas <strong>de</strong> clavos en los dormitorios.<br />

81

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!