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Imagen de la bandera roja y amarilla de la Real Compañía Marítima,extraída del libro “La Real Compañía Marítima” de María Díaz de Guerra,2003.-Pero si como sabes yo no soy gallego hombre, replicó Felipe.-Sí, ya me has dicho que eres catalán, pero es una forma gallega de decirteque te siento como un hermano, terminó diciendo Antonio entre lágrimas yrisas.Cuando Felipe Cabañez se fue, Antonio quedó en su casa visiblementeemocionado y no tardó en compartir con Marijó todo lo sucedido.Más tarde se quedó solo y comenzó a escribir una larga carta dirigida al ExDirector de la Real Compañía Marítima de la Coruña.Aquello significó para Antonio el necesario desahogo económico, parapoder aplicarse durante algunos años a una intensa actuación cívica.1804 y 1805 fueron años aciagos para el poderío naval español. El combatedel Cabo Santa María en que una escuadra española que había partido deMontevideo al mando del Capitán de Navío Don Diego de Alvear fuedoblegada por una escuadra inglesa cuando ya divisaban las costaspeninsulares fue en el mes de octubre de 1804.A fines de 1805 llegaron a Maldonado noticias de lo ocurrido en la batalla deTrafalgar, y de cómo la escuadra española integrada por hombres valiososcomo el Almirante Cosme de Churruca y el Capitán General de la Armada102