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Desde aquel castillo, como definió su residencia luego de visitarlo en sus horaspostreras esa gran personalidad fernandina que fue Don R. Francisco Mazzonien un recordatorio publicado en el correspondiente suplemento del diario El Díade agosto de 1952, se fue ese año Rafael para siempre.Vaya si habrá desfilado ante él en aquel supremo momento de síntesis lo quefue su pasaje por este mundo.Su identificación con Antonio lo había hecho un hombre de fe y amante de latradición española a la que entre otros honores rindiera homenaje plantando ensu propiedad una importante cantidad de olivos que contemplaba desde suterraza mirador mientras soñaba con la gran península que no pudo conocer.Su vida marcada por las ansias de superación, lo llevó a una existenciaesforzada que no eludió nunca el riesgo. Siendo un respetado y carismáticogerente de la banca oficial en Rocha, San Carlos y Maldonado, abandonótempranamente, como ya lo he dicho la seguridad de esta actividad, paraabrazar la incertidumbre de la actividad privada.Tampoco faltó en su vida la inquietud cívica ni la pasión republicana y por endesu militancia en el Partido Blanco Independiente lo llevó a vivir la duraexperiencia de la reclusión en la Isla de Flores durante la dictadura de Terra.Consciente de mis limitaciones para imaginar un momento tan íntimo y lejano,prefiero dejar hablar a Mazzoni reproduciendo parte de la publicaciónmencionada: “Aquel cuadro me pareció reflejaba la vida de Rafael de la Fuente,fue un largo esfuerzo por alcanzar a formar un nido.Llenarlo de afectos; día a día acrecerlos afanosamente, con cuidado rodearlode amistades sinceras, haciendo que su bondad apareciera de una purezahidalga y patriarcal. Le acompañó a ratos la fortuna y muchas veces laadversidad.Nada se traslucía de esos cuadros de sombras en su semblante siempresonriente. ...Sus raras condiciones de hombre de negocios y su rectitud moral fueronutilizadas por la institución bancaria del Estado. Un compañero supo recordarloen el instante de la despedida, marcándolo con esa palabra tan conocida y180

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