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vista material como científico, para ponerla a tono con el desafío demantener sus posesiones indianas.Los primeros tiempos de Carlos IV, sucesor de su padre, fuerontranquilizadores pues parecía seguir la línea de Carlos III.Es más, para Antonio fueron estimulantes pues el barrio de laPescadería estaba muy activo ante la inminencia del surgimiento de unanueva compañía.Se trataba de la Real Compañía Marítima de Carlos IV que comenzabasus actividades el primer día de 1790, y tenía como principal objeto lapesca de peces para salar y curar, y la caza de ballenas, principalmentepara utilizar su grasa, en los mares de Europa, África y América.España intentaba con esta Compañía incursionar en la obtención eindustrialización de recursos marítimos donde otros países,particularmente Inglaterra, llevaban una importante ventaja.Para el logro del objetivo, el rey debía contratar expertos en arponaje, enderretido de la grasa de la ballena, y también en trinchar y salar, que noabundaban en España.Por eso se habilitó el ingreso de extranjeros con la novedosa concesiónpara la época, de que se respetaría su religión en el caso de que nofuese la católica.Además quienes trabajasen en la Compañía tendrían fuero Militar deMarina, como integrantes de la Real Armada.La compañía estaría gobernada por una Dirección General en Madrid, ypor Direcciones particulares en los puertos principales, siendo La Coruñauno de ellos.Las semanas posteriores al comienzo de las actividades de laCompañía, la fonda de Antonio comenzó a recibir gente experta en lasdestrezas solicitadas.De los parroquianos de la fonda, el que Antonio más apreciaba eraLorenzo, un buen asturiano que estaba vinculado con la empresa delempleador de Antonio, pues era empleado de una compañía de56