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Luego el destino lo enfrentó a obligaciones cívicas y llegó a ser Alcalde entiempos cruciales, de un gran territorio, pues Maldonado en aquellos tiemposincluía a los actuales departamentales de Lavalleja y Rocha.Finalmente fue comerciante y contador y finalizó su vida ejerciendo esaprofesión y formando una familia.Cuantas cosas hizo, qué vida tan cambiante. – ¿Quién era realmente AntonioJesús? –me pregunta analíticamente un nieto.Queridos nietos, este abuelo no vivió en su tiempo, pero más allá de quemuchas cosas han cambiado, y vivimos en una sociedad distinta, siente quepuede darles una idea de quién era, pero aquí comienza a hablar su abuelodesde su óptica, y por tanto no puede ser objetivo:Era un hombre que se veía a sí mismo cumpliendo una misión.Primero crecer, y vencer los obstáculos para asegurar su existencia enmedio de la dureza de los Ancares de Lugo.Después procurando ser útil a su madre y a su familia.Más tarde encontrando a alguien a quien admirar, a quien tener como unreferente, cosa que sin duda logró con un hombre superior como su tíoAlberto.Luego procurando formarse intelectual y espiritualmente para servirmejor a la sociedad y a su país de una forma proactiva, tratando derescatar lo mejor de lo que le ofrecía el seminario aun cuando sin dudapasó momentos que pusieron a prueba su temple pues seguramente notodos los formadores tenían la fineza del Vicerrector para tratarlo y notodos los compañeros de una sociedad clasista lo respetaron por sutalento y su virtud sabiendo que era un becario que no pertenecía a laalta aristocracia ni tampoco tenía sangre hidalga a cuatro sangres, o seaen posición de probar que sus abuelos paternos y maternos eranhidalgos.Después arriesgando su vida en corajudas decisiones, o enfrentandoesta triste realidad de la imperfección humana que se llama guerra.187