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A instancias de Godoy, España abandona con el tratado de San Ildefonsode 1796 su distanciamiento con Francia posterior a la Revolución Francesay a la ejecución en la guillotina del Borbón Luis XVI. Así se rehabilita lacoalición tradicional entre la corona española y la francesa con viejosantecedentes desde la asunción de los Borbones al trono español. Estoreabre nuevamente las hostilidades con Inglaterra.Godoy resistido internamente en España a pesar del total apoyo de losreyes, termina recostándose en Napoleón y eso le va a generarcompromisos de los cuales no podrá desprenderse y terminará arrastrandoa España a tristes circunstancias. La más dolorosa para las ciudadesespañolas del Río de la Plata, como ya sabemos por sus consecuenciasposteriores, fue la derrota naval en Trafalgar de 1805.Posteriormente se celebra el Tratado de Fontainebleau el 27 de octubre de1807 en la mencionada ciudad francesa entre el representante de Carlos IV,Manuel Godoy y Napoleón Bonaparte. En él se estipulaba la invasión militarconjunta franco-española de Portugal –el cual se había unido nuevamente aInglaterra–. Allí España permitía para ello el paso de las tropas francesaspor territorio español, siendo esto el antecedente de la posterior invasiónfrancesa de toda la Península Ibérica y el desplazamiento de los Borbonesespañoles por la figura de José Bonaparte, conocido irónicamente comoPepe Botella cuando en realidad era abstemio.Ese tratado marcó mucho el devenir posterior de los acontecimientos en elcono sur oriental ya que toda la corte portuguesa liderada por el futuro reyJuan VI que había hecho un acuerdo con Inglaterra a través de GeorgeCanning, decidió ante el acoso de los franceses, partir hacia el Brasil. El 29de noviembre de 1807 unas 15.000 personas entre civiles y militares, sehicieron a la mar desde Lisboa en un convoy escoltado por la nación quepara entonces era la reina de los mares.En enero de 1808 la corte portuguesa llegaba al puerto de Salvador deBahía y posteriormente se establecía en Río de Janeiro. Toda la potencia yla intelectualidad del Portugal estaría jugada a un nuevo destino sureñohasta 1822 en que Juan VI retorna a Europa y su hijo Pedro proclama bajosu conducción el imperio del Brasil.119