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12. Paseo fernandino y recalada en la Torre del VigíaAquella mañana tuve un largo desvío antes de comprar algunas cosas que sinapuro, mi señora me había encargado adquirir en la ciudad de Maldonado.Luego de deambular por la ciudad, parte en el automóvil, parte a pie, terminémi camino en ese lugar tan emblemático que es la plaza de la Torre del Vigía, eimaginé que ya cansados mis nietos me instaban a hacer un alto y alguno deellos me decía:-Abu, ¿por qué nos sentamos aquí, en esta plaza, donde se encuentra la Torredel Vigía? ¿Ya ha terminado el recorrido por Maldonado?-Sí, le respondería, pero ahora sería bueno conversar y repasar un poco elrecorrido por la ciudad de San Fernando de Maldonado y todo lo que hemosvisto en ella:Primero pasamos con el automóvil por el moderno edificio de la Intendencia, elCampus Municipal, su Estadio, y el Liceo. Luego estacionamos el auto enSarandí y Rafael Pérez del Puerto, para bajarnos y ver la escuela Ramírez.Más tarde seguimos caminando por Sarandí hasta Florida, donde comienza lapeatonal, para luego tomar Florida, bordeando la plaza principal, para seguirderecho cruzando Dieciocho de Julio hasta José Dodera. Entonces procedimosa doblar a la derecha por Dodera, y caminamos hasta la esquina de Ituzaingó.Allí arribamos a la calle de los maestros, como gustaba llamarla R. FranciscoMazzoni. Tomamos luego por Ituzaingó en dirección a Sarandí y a la derecha amitad de cuadra entre José Dodera y Dieciocho de Julio les mostré la casadonde vivía una tía muy querida llamada Ana Odizzio de Nocceti, una muybuena y recordada maestra fernandina.Luego hablamos de Dodera y de que fue un gran maestro que a los 25 años yaera director de la escuela Ramírez. Al llegar a la esquina y antes de doblar porDieciocho de Julio hacia la Catedral, les señalé tres lugares importantes sobrela calle Ituzaingó: después de cruzar la calle sobre la derecha a pocos metrosestá el Museo Mazzoni, un poco más adelante en la acera de enfrente la140