Untitled - Datasec

-Lo llamaré cuando tenga novedades, gracias por su llaneza y no le digaa nadie que ha hablado conmigo.Dicho esto lo despidió visiblemente preocupado.Los días siguientes parecieron siglos para Antonio.Trató de seguir con sus rutinas a pesar de la procesión que llevaba pordentro. Sólo atinó a escribir a tío Alberto dándole una vaga idea de quepodía tener algún problema, pero asegurándole para no intranquilizarloque esperaba solucionarlo pronto.Finalmente al cabo de una semana le dijeron que el Director quería verloa las 12 y 30, que era la hora en que todo el personal solía salir aalmorzar.Cuando a la hora indicada Antonio se apersonó en el despacho delDirector y lo hicieron pasar, los hechos se sucedieron a una velocidadinesperada.El Director con aire triste y resignado lo estaba esperando y poniéndosede pie para no habilitar que la conversación se dilatara demasiado, ledijo:-Lo que voy a hacer me causa mucha pena, pues a nadie le gusta perdera un dependiente correcto y competente como usted. Sin embargo tengola obligación de atender con diligencia lo que más urge que es salvar suvida. Esta situación está ya fuera de mi control y hay gente poderosainvolucrada en la maniobra que usted detectó.-¿Está usted dispuesto a confiar en mí a pesar de que le pida algo quepuede ser doloroso para usted?Antonio mantuvo fija la mirada sobre los ojos de aquel hombre. Luego,consciente de que no tenía alternativas, le respondió afirmativamentecon firmeza.A continuación el Director con voz grave lo puso en conocimiento de lassiguientes instrucciones y consideraciones:67