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cumpleaños de su amigo, bien próximo al embarcadero y refugiado enuna precaria caseta de madera, unos versos relativos al uso ilegal deaquel puerto por contrabandistas que Artigas como blandengue debía dereprimir.Don José había elegido este lugar como su mirador, el mirador deArtigas, repitió Antonio con emotiva solemnidad, al tiempo que recordabacómo en sus memorables Instrucciones de 1813 había incluido lapermanente pero postergada reivindicación de Maldonado para serhabilitado como puerto.–Te imaginas Marijó que recuerdo mucho a ese hombre porque nuncadejó de ser para mí, que soy un español americanista como muchos, elmás perfecto intérprete de los que siendo españoles sentimos esta tierray su libertad como nuestra y aquí queremos morir, y Artigas es la vivaesencia de esta tierra según dice la tradición de los que lo respetan y loconocen: “es bizarro como un viejo español, astuto como un charrúa,despierto como un gaucho”. No queremos ser ni portugueses niespañoles sometidos a la sed de venganza de Fernando VII, el rey quetanto nos defraudó.Tú sabes que apoyé con convicción a la Primera Junta perolamentablemente me he desilusionado de todo eso al asumir el PrimerTriunvirato con una posición tremendamente centralista. Además, alcrearse las Provincias Unidas de Sud América en 1816 en el Congresode Tucumán, con el singular impulso de Don Pedro Medrano, que comosabes nació allí en la Isla de Gorriti, al mismo tiempo se relegó elproyecto de la Liga Federal que generó el primer congresoindependentista de las Provincias Unidas, el Congreso de Orientepresidido por Artigas en 1815 en Concepción del Uruguay. No sé quéserá de nosotros Marijó, pienso que en este momento nos definimosmás que nada por lo que no queremos ser, y es incierto nuestro destinofinal aunque no nos resulte difícil explicar cuál es nuestra identidad. Nosé si yo lo veré pero ojalá tú veas arriarse alguna vez para siempre labandera de la Cisplatina de la Torre del Vigía.173