Untitled - Datasec

A la mañana siguiente salieron más tarde pues Sobrado dos Monxesestaba sólo a cinco leguas.El hospedaje en el Monasterio de Sobrado dos Monxes fue bastantemás cómodo que los anteriores, pues existía en el Monasterio un aladestinada a los peregrinos relativamente bien equipada.A la mañana siguiente partieron hacia Arzúa que distaba solo sieteleguas de Santiago.Cuando llegaron al atardecer, se sorprendieron al encontrar muchosperegrinos irlandeses acampados en las proximidades de la Capilla de laMagdalena.Les sorprendió el buen ánimo y la algarabía con que aquellas gentes sepreparaban para celebrar una romería, acompañados por algunoslugareños.Antonio y sus compañeros no pudieron menos que recibir con agradotanta compañía pues hasta allí, el camino había sido bastante solitario.En el siglo XVIII, como dijimos, la tradicional peregrinación católica aSantiago de Compostela no tenía muy buena acogida, sobre todo fuerade España.Ello se debía al auge del Protestantismo en Europa, sumado a la grandifusión del liberalismo en Inglaterra y Francia, y rematado por ladesaparición de las reliquias de Santiago el Mayor, supuestamenteescondido por los religiosos para que no cayeran en manos del marinoinglés Francis Drake que había protagonizado una invasión por aquellazona de Galicia en 1589. En la segunda mitad del siglo XVIII existíanrealmente serias dudas de que aquellas reliquias pudiesen alguna vezaparecer.Luego de la Romería había clima de Verbena y dos horas más tardetodos se reunían junto a una buena comida compuesta de empanadas,trozos de cerdo, sardinas y abundante vino.Más tarde llegó la música y junto a ella la clásica propuesta para el baile.Manuel no se hizo esperar e invitó a Sofía a bailar.41