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Plata, teniendo en cuenta el riesgo que significaba la proximidad de losportugueses.Por otro lado, ingleses y holandeses, eran temibles en el mar y nofaltaban las expediciones de buques de estas banderas en ferocescacerías de lobos y ballenas que como saben eran muy abundantes poraquí.Como a los lobos se los siente aún hoy muy presentes, lo másimportante es hablar de las ballenas, de las que se tiene noticia sobretodo por estar en el escudo de Maldonado,y algunos avistamientos en los últimos tiempos.Sin embargo, en la época de Antonio las ballenas eran abundantes, sóloen el hemisferio sur se estimaban en 100.000 ejemplares, pero la cazadescontrolada a partir de fines del siglo XVIII, ha menguadoenormemente su número.Por suerte hace más de 70 años que se comenzó a realizar un controlférreo para evitar la extinción de estos bellos mamíferos y parece queestos esfuerzos están empezando a dar buenos resultados pues año aaño aumentan los comentarios de avistamientos.Ahora se verá primeramente la actividad industrial que tenía esta isla,antes de hablar de los aspectos militares que se observan a la vista deesta batería y de las otras que se dejaron atrás. Es inevitable el retorno ala historia de la Real Compañía Marítima creada por el rey Carlos IV, yque a pesar de un origen territorialmente muy ambicioso, dadas laslimitaciones que tenía España para competir con Inglaterra, finalmenteen nuestro hemisferio tuvo actividad principalmente en el Atlántico Surentre 1790 y 1806, en la bahía de Maldonado y en Puerto Deseado en lapenínsula de Valdez en la Patagonia Argentina.En Europa, en aguas del Atlántico Norte, la caza de la ballena francaboreal fue muy intensa en Países Vascos, Cantabria, Galicia, e IslasBritánicas hasta que en el siglo XVII comienza a escasear yprácticamente desaparece para las posibilidades de la caza costera. Fue162