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Pronto llegaron al robledal de San Lorenzo y allí les indicaron queestaban a 16 leguas de Muxia. Adentrados ya en el campo volvieron lavista atrás, y contemplaron una vez más las torres de la catedral deSantiago.Luego de atravesar unas pocas aldeas, sobrevino un tramo bastanteempinado.Poco después cruzaron el puente medieval de Ponte Maceira dondehicieron un alto para descansar y comer algo. Luego se internaron en unbosque y al salir del mismo pudieron ver la ciudad de Negreira.Después de atravesar la ciudad, llegaron a una zona de frondosavegetación, para luego de caminar dos leguas más, encontrar un refugiodonde quedarse al cabo de más de 7 horas de marcha.Al otro día salieron a las nueve y después de un rato de caminardescubren próxima a As Maroñas, la iglesia de Santa Mariña. Acontinuación suben un monte que posteriormente bajan para encontrar ycruzar un viejo puente sobre el río Xallas.Después de caminar tres leguas más, caen rendidos en un refugio.A la mañana siguiente tenían mucha expectativa por llegar a Muxia.Afortunadamente el trayecto desde Santiago no había sido tan desoladocomo el previo de Mondoñedo a Santiago.Al llegar a Merexo ya pudieron ver el mar. Luego de pasar O Muiños ysus molinos, se encontraron un trecho más adelante, con el Monasteriode Moraime.Posteriormente atravesaron una zona boscosa que culminaba en unapendiente hacia abajo en la dirección de Muxia.La vista del mar era hermosa al caer la tarde y junto a otros peregrinoshallaron un lugar donde pernoctar.Luego de despertarse, levantarse y desayunar, conversaron conpersonas del lugar que les hicieron saber de la veneración que existíaallí por la virgen de la Barca, y poco después visitaron su monumentalSantuario muy próximo al mar.45