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Antonio sufría la asfixia de España ante el invasor francés y recelaba dela representatividad del Consejo de Regencia que desde Cádiz y la islade León, era lo único ajeno a la tenaza napoleónica. Desde el sur,Antonio se identificaba con la guerra de la independencia española enterritorio peninsular, y supo festejar la victoria española del 19 de julio de1808 en Bailen, que significó la primera derrota del ejército napoleónicoen una batalla campal, y donde participó José de San Martín, futurohéroe de Argentina, Chile y Perú. Sin embargo la guerra era adversapara España y casi todo lo que llegaba al Virreinato del Río de la Plata,Antonio lo veía contaminado por Napoleón. Entendía entonces que eradesde su propia independencia, que las Indias podrían luego devolver aEspaña toda su grandeza.A partir de allí comenzaron en Buenos Aires intensas gestiones proclivesa marcar una posición independiente, no reconociendo al Consejo deRegencia de España e Indias que sustituía a la Junta disuelta, porconsiderarlo poco representativo. Este movimiento independentistadebía cuidar sus formas ya que Inglaterra, que lo alentaba, por un ladohabía inspirado muchas de las ideas liberales no radicales que sehabrían de manejar en esta instancia crucial, pero por el otro debíapriorizar sus intereses europeos aliados a España contra Napoleón yreconociendo como rey a Fernando VII.Por tanto, conscientes de la importancia de Inglaterra para el éxito de sucausa, los revolucionarios bonaerenses reunidos en Cabildo abierto, almismo tiempo que debían sustituir al Virrey Cisneros, teníanconcomitantemente que preservar su adhesión, por lo menos aparente,a Fernando VII.En la puja de esa semana que culminó con la renuncia del Virreyactuaron tres grupos revolucionarios: los Carlotistas, los de Martín de124