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Antonio no olvidaría nunca la entrevista con el Director.Luego de hacerlo pasar y de hacerle tomar conciencia con mensajesverbales, gestuales y corporales de que debía estar atento yconcentrado pues estaba rindiendo una prueba, comenzó por hacerledos o tres preguntas abiertas.Antonio tuvo allí margen para responder, e incluso explayarse en algunarespuesta.La última pregunta abierta fue: -¿Por qué busca trabajar y siente quepuede ser útil en la teneduría de libros de esta Compañía?La respuesta de Antonio fue sincera y sobria: -Porque he trabajadodesde pequeño en tareas relacionadas, tres años con mi familia y cuatroayudando al tenedor de libros de la catedral de Mondoñedo. Porque sibien ignoro muchas cosas que quiero aprender, he tomado la decisión, ysiento el mandato moral de incursionar por ese camino desde el puntode vista técnico.Además me entusiasma mucho la misión de esta Compañía que tieneque ver con una industria vinculada al mar, con la navegación debuques, con la exploración de un nuevo continente, con la actividadcomercial y con el desafío de correr riesgos.Luego de una pausa remató su respuesta diciendo:-Con esos antecedentes y todo ese estímulo, pienso que yo, que solopuedo decir que estoy medianamente dotado, me siento confiado quecon la ayuda de Dios, podré ser útil a esta Compañía.Luego siguieron algunas preguntas cerradas. Primero Antonio debíaoptar por una decisión concreta, ante el planteo previo de una situaciónhipotética que admitía dos o tres alternativas de acción.Por momentos durante la entrevista, la mirada del Director se hacíaprofunda e inquisitiva, tratando de determinar quien era la persona quese identificaba como Antonio Jesús de la Fuente.Finalmente le preguntó:58