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Imagen adaptada del derrotero de los buques Correo a Montevideoextraída del libro “Correos Marítimos Españoles” de Francisco GarayUnibaso. Ediciones Mensajero.Mientras se desplazaba mirando hacia arriba pudo verificar que lafragata tenía sus palos cruzados por velas cuadradas. También observóque entre el palo de más a proa o trinquete y el palo central o mayorhabía alguna vela triangular que le dijeron eran útiles para navegar debolina ciñendo el viento, similares a velas también triangulares queobservó en la proa enganchadas al único palo no vertical llamadobauprés que sobresalía hacia delante de la proa formando un ángulo deaproximadamente 30 grados con la horizontal.Luego centró su atención en la artillería de La Infanta y determinó quedisponía de ocho cañones por banda, dieciséis en total. Allí recordó queel calibre de aquellos cañones de hierro fundido se medía de acuerdo alpeso de las balas que lanzaban, y esta fragata tenía cuatro cañones deocho libras, cuatro de seis libras y ocho de cuatro libras.La Infanta llevaba a bordo cerca de cuarenta personas, distribuidas enseis pasajeros, y la tripulación. Esta última estaba integrada por elcapitán, el piloto, el pilotín, el médico o cirujano, el capellán, el76