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preparación para la guerra: blandiendo el sable, haciendo tronar el cañón opreparando lanzas y chuzas, Maldonado protagoniza un ejemplo distinto,liderada por su alcalde ordinario Don Antonio Jesús de la Fuente.El ejemplo de un pueblo unido, que sin desconocer la guerra que había sufridoen 1806 en oportunidad de la invasión inglesa, es capaz de optar por la paz, deconfrontar en paz, adelantando mensajes que están en la esencia del seruruguayo: convivencia pacífica, cultura cívica, integración social y ejercicio dela asamblea popular para arribar adecisiones en momentos críticos de nuestra historia.A continuación planteo los propósitos de este libro:-Reconstruir, apoyado en la información disponible de su trayectoria pública ylos trascendidos de familia que permiten guiar mi imaginación, la vida de unpersonaje de la historia de Maldonado, mi tátara tatarabuelo, Don AntonioJesús de la Fuente que a inicios del siglo XIX fundó una familia profundamentearraigada en el departamento.-Ambientar a las generaciones actuales y futuras en los interiores y exterioresde la vida de un hombre de dos mundos, que como muchos emigrantesespañoles jugados al sueño americanista, apostaron todo por la causa de unatierra con destino incierto, y lo hicieron con sobriedad, en lo público y loprivado, quizás con escasa convicción del interesante tiempo histórico en queles tocó vivir.-Promover estímulo e inspiración en las nuevas generaciones, para queenriquecidas con las experiencias y enseñanzas de vida de sus antepasados,se encuentren más acompañadas para sobrellevar la peripecia de cada día, ymiren con optimismo las incertidumbres del futuro, sabiendo que las referenciasdel pasado siempre son útiles, aunque en última instancia cada persona debedecidir las cuestiones de su vida en libertad, y de acuerdo a sus propiascertezas de tiempo, circunstancia y estilo.-Sin olvidar la hermandad de la sangre que siempre está allí, reivindicarespecialmente la hermandad de la vida. Aquella forjada por el afecto que nacede un encuentro o de una amistad que nos ha marcado, o porque sería injustotomar conciencia de que alguien ha sido muy generoso con nosotros y luego no5