21.07.2019 Views

El Cantar de los Nibelungos

De los monumentos literarios que se perpetúan a través de los siglos brotan fuentes históricas de la may or importancia, allí resaltan las costumbres de la época en que aparecieron, nos dan a conocer las formas del lenguaje que entonces se empleaban y, como si tuvieran la limpidez del espejo, se reflejan en ellos los sentimientos que animaran a los héroes que en él se agitan, pues por embellecida que se encuentre la naturaleza por el arte, es siempre la naturaleza, y la vista deshaciendo el artificio ve sin él la ruda forma y el duro contorno. Esta sola consideración bastaría para que a pesar de la fatiga que produce, no se descansara en el estudio de los antiguos poemas y entre estos hay que conceder un señalado lugar al que abre el ciclo épico de la literatura germánica, más nombrada que conocida, más aplaudida que estudiada.

De los monumentos literarios que se perpetúan a través de
los siglos brotan fuentes históricas de la may or
importancia, allí resaltan las costumbres de la época en que
aparecieron, nos dan a conocer las formas del lenguaje que
entonces se empleaban y, como si tuvieran la limpidez del
espejo, se reflejan en ellos los sentimientos que animaran a
los héroes que en él se agitan, pues por embellecida que se
encuentre la naturaleza por el arte, es siempre la naturaleza, y
la vista deshaciendo el artificio ve sin él la ruda forma y el
duro contorno. Esta sola consideración bastaría para que a
pesar de la fatiga que produce, no se descansara en el estudio
de los antiguos poemas y entre estos hay que conceder un
señalado lugar al que abre el ciclo épico de la literatura
germánica, más nombrada que conocida, más aplaudida que
estudiada.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

A causa <strong>de</strong> su buen olor lo habían<br />

cubierto con una piel <strong>de</strong> pantera.<br />

Llevaba también un arco que tenían<br />

que montarlo con una palanca, sino<br />

era él quien lo manejaba.<br />

Todo su traje <strong>de</strong> arriba abajo iba<br />

guarnecido con pieles <strong>de</strong> lince, y<br />

sobre las ricas pieles muchas láminas<br />

<strong>de</strong> oro brillaban a uno y otro lado <strong>de</strong>l<br />

maestro cazador.<br />

También llevaba la Balmung,<br />

larga y hermosa: era tan dura, que al<br />

dar un golpe partía un y elmo; su filo<br />

era bueno. <strong>El</strong> arrogante cazador iba<br />

sumamente alegre.<br />

Por cuanto <strong>de</strong>bo hacer una reseña<br />

exacta, sabed que su carcaj iba lleno<br />

<strong>de</strong> flechas, cuyos hierros largos <strong>de</strong> un<br />

palmo estaban engastados a <strong>los</strong> pa<strong>los</strong><br />

por medio <strong>de</strong> anil<strong>los</strong> <strong>de</strong> oro. Todo lo<br />

que aquellas flechas tocaban <strong>de</strong>bía<br />

tener fin.<br />

<strong>El</strong> noble caballero caminaba por<br />

fuera <strong>de</strong> la selva. Cuando las gentes<br />

<strong>de</strong> Gunter lo vieron venir, salieron a<br />

su encuentro para tenerle el caballo.<br />

Amarrado a la silla llevaba al oso

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!