21.07.2019 Views

El Cantar de los Nibelungos

De los monumentos literarios que se perpetúan a través de los siglos brotan fuentes históricas de la may or importancia, allí resaltan las costumbres de la época en que aparecieron, nos dan a conocer las formas del lenguaje que entonces se empleaban y, como si tuvieran la limpidez del espejo, se reflejan en ellos los sentimientos que animaran a los héroes que en él se agitan, pues por embellecida que se encuentre la naturaleza por el arte, es siempre la naturaleza, y la vista deshaciendo el artificio ve sin él la ruda forma y el duro contorno. Esta sola consideración bastaría para que a pesar de la fatiga que produce, no se descansara en el estudio de los antiguos poemas y entre estos hay que conceder un señalado lugar al que abre el ciclo épico de la literatura germánica, más nombrada que conocida, más aplaudida que estudiada.

De los monumentos literarios que se perpetúan a través de
los siglos brotan fuentes históricas de la may or
importancia, allí resaltan las costumbres de la época en que
aparecieron, nos dan a conocer las formas del lenguaje que
entonces se empleaban y, como si tuvieran la limpidez del
espejo, se reflejan en ellos los sentimientos que animaran a
los héroes que en él se agitan, pues por embellecida que se
encuentre la naturaleza por el arte, es siempre la naturaleza, y
la vista deshaciendo el artificio ve sin él la ruda forma y el
duro contorno. Esta sola consideración bastaría para que a
pesar de la fatiga que produce, no se descansara en el estudio
de los antiguos poemas y entre estos hay que conceder un
señalado lugar al que abre el ciclo épico de la literatura
germánica, más nombrada que conocida, más aplaudida que
estudiada.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

nunca héroes se presentarán mejor, ni recibirán mayores honores: esto que os<br />

digo es la verdad.<br />

Al escuchar estas palabras, Hagen sintió alegría en su corazón: sin tardar más<br />

les <strong>de</strong>volvió sus trajes. Cuando se ajustaron sus maravil<strong>los</strong>os vestidos le dijeron la<br />

verdad <strong>de</strong> lo que les había <strong>de</strong> ocurrir en el país <strong>de</strong>l rey Etzel.<br />

Así le dijo la otra mujer <strong>de</strong> las aguas cuy o nombre era Liegelinda:<br />

—Quiero advertirte, Hagen, hijo <strong>de</strong> Aldriano, que por haberle robado su ropa<br />

te ha engañado mi tía y si vas al país <strong>de</strong> <strong>los</strong> Hunos, serás horriblemente<br />

engañado.<br />

» Menester es que te vuelvas, aún es tiempo. Tu <strong>de</strong>stino, héroe valeroso, es<br />

morir en el Huneland. Los que van contigo llevan la muerte en la mano.<br />

—Me engañáis sin motivo —respondió entonces Hagen—. ¿Cómo pue<strong>de</strong> ser<br />

que en la fiesta muramos tantos por la enemistad <strong>de</strong> una sola persona? —Dieron<br />

más claramente al héroe sus noticias.<br />

Le dijo una <strong>de</strong> ellas:<br />

—Así lo has <strong>de</strong> ver; ninguno <strong>de</strong> vosotros podrá librarse, excepto el capellán<br />

<strong>de</strong>l rey esto lo sabemos positivamente. Sólo él volverá sano y salvo al país <strong>de</strong>l<br />

rey Gunter.<br />

Con furiosa cólera le respondió el fuerte Hagen:<br />

—Difícil me será hacer saber a mi señor que <strong>de</strong>bemos per<strong>de</strong>r vida y cuerpo<br />

entre <strong>los</strong> Hunos. Ahora, la más sabia <strong>de</strong> las mujeres, dionos un medio para<br />

atravesar el río.<br />

—Por cuanto no quieres renunciar a esa expedición, allá arriba <strong>de</strong> las aguas<br />

hay una cabaña. Allí hallarás un barquero y no en ninguna otra parte.<br />

Él creyó en la respuesta que daba a su pregunta. La otra dijo también al<br />

impaciente guerrero:<br />

—Esperad un momento, señor Hagen, vais muy <strong>de</strong>prisa; escucha <strong>de</strong> qué<br />

manera llegarás mejor a la otra orilla. <strong>El</strong> señor <strong>de</strong> esta Marca se llama <strong>El</strong>se.<br />

» Su hermano tiene por nombre Gelfrat el héroe, un señor <strong>de</strong>l Baierland:<br />

encontraréis obstácu<strong>los</strong> para atravesar su Marca: sed pru<strong>de</strong>nte y tened cuidado<br />

con el barquero.<br />

» Tiene tan furiosos instintos que no lo pasaréis bien si no sois espléndidos con<br />

ese héroe; dadle buena recompensa. Él guarda este país y es muy fiel a Gelfrat.<br />

» Aunque no venga a tiempo llámalo a la orilla y dile que te llamas Amelrico;<br />

así se llamaba un buen héroe que por enemistad abandonó este país.<br />

Inmediatamente que oiga este nombre se acercará a la orilla.<br />

<strong>El</strong> altivo Hagen dio las gracias a las sabias mujeres por sus consejos y<br />

enseñanzas; no añadió ni una palabra. Siguió el camino hacia lo alto <strong>de</strong> la<br />

corriente hasta que vio el alojamiento en la otra orilla. <strong>El</strong> héroe comenzó a gritar:<br />

—Ven hacia mí, barquero —dijo el buen héroe—, yo te daré en pago un<br />

brazalete <strong>de</strong> oro rojo: pues es menester sepas que me es muy necesario pasar.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!