21.07.2019 Views

El Cantar de los Nibelungos

De los monumentos literarios que se perpetúan a través de los siglos brotan fuentes históricas de la may or importancia, allí resaltan las costumbres de la época en que aparecieron, nos dan a conocer las formas del lenguaje que entonces se empleaban y, como si tuvieran la limpidez del espejo, se reflejan en ellos los sentimientos que animaran a los héroes que en él se agitan, pues por embellecida que se encuentre la naturaleza por el arte, es siempre la naturaleza, y la vista deshaciendo el artificio ve sin él la ruda forma y el duro contorno. Esta sola consideración bastaría para que a pesar de la fatiga que produce, no se descansara en el estudio de los antiguos poemas y entre estos hay que conceder un señalado lugar al que abre el ciclo épico de la literatura germánica, más nombrada que conocida, más aplaudida que estudiada.

De los monumentos literarios que se perpetúan a través de
los siglos brotan fuentes históricas de la may or
importancia, allí resaltan las costumbres de la época en que
aparecieron, nos dan a conocer las formas del lenguaje que
entonces se empleaban y, como si tuvieran la limpidez del
espejo, se reflejan en ellos los sentimientos que animaran a
los héroes que en él se agitan, pues por embellecida que se
encuentre la naturaleza por el arte, es siempre la naturaleza, y
la vista deshaciendo el artificio ve sin él la ruda forma y el
duro contorno. Esta sola consideración bastaría para que a
pesar de la fatiga que produce, no se descansara en el estudio
de los antiguos poemas y entre estos hay que conceder un
señalado lugar al que abre el ciclo épico de la literatura
germánica, más nombrada que conocida, más aplaudida que
estudiada.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

avisar a sus amigos y prevenir<strong>los</strong> <strong>de</strong> que en la corte se iban a celebrar gran<strong>de</strong>s<br />

fiestas para <strong>los</strong> <strong>de</strong>sposorios. Para asistir a ellas se preparaban muchas hermosas<br />

mujeres.<br />

Los salones y las pare<strong>de</strong>s fueron adornadas para la llegada <strong>de</strong> <strong>los</strong> huéspe<strong>de</strong>s.<br />

La habitación <strong>de</strong>l rey Gunter quedó recubierta <strong>de</strong> roble tallado, obra <strong>de</strong> artistas<br />

extranjeros que habían sido avisados para que fueran a recibir a <strong>los</strong> que estaban<br />

próximos a llegar. De las arcas se sacaban <strong>los</strong> más hermosos vestidos.<br />

Al saberse la noticia <strong>de</strong> que se aproximaban <strong>los</strong> amigos <strong>de</strong> Brunequilda, la<br />

multitud acudió en masas apiñadas. Muchos valientes guerreros <strong>de</strong> <strong>los</strong> dos bandos<br />

se encontraban allí. La hermosa Crimilda dijo:<br />

—Vosotras, hermosas compañeras mías, que queréis acompañarme a la<br />

recepción, buscad en vuestros cofres <strong>los</strong> trajes más hermosos que tengáis y que<br />

lo mismo hagan las <strong>de</strong>más mujeres.<br />

Llegaron <strong>los</strong> guerreros y mandaron traer magníficas monturas guarnecidas<br />

<strong>de</strong> oro rojo, en la que <strong>de</strong>bían ir las mujeres para llegar hasta Worms en las orillas<br />

<strong>de</strong>l Rhin. Jamás volverán a verse arneses tan magníficos.<br />

¡De qué manera brillaba el oro sobre las cabalgaduras! Muchas piedras<br />

preciosas <strong>de</strong>slumbraban en las riendas. Para las mujeres se dispusieron doradas<br />

sillas, colocadas sobre hermosas gualdrapas. Todas experimentaban gran<strong>de</strong><br />

alegría.<br />

También se trajeron para ellas magníficas cinchas forradas <strong>de</strong> hermosa seda<br />

y en <strong>los</strong> pretales suntuosas bandas <strong>de</strong> la mejor seda que pudo encontrarse.<br />

Primero se veían marchar noventa mujeres con el cabello trenzado. A<br />

Crimilda acompañaban <strong>de</strong>spués las más hermosas llevando trajes magníficos y<br />

por último seguían igualmente bien vestidas muchas agraciadas jóvenes.<br />

De entre ellas, cincuenta y cuatro <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> Borgoña, eran las más bellas <strong>de</strong><br />

la corte. Sus hermosos cabel<strong>los</strong> iban adornados con valiosas cintas. Gran cuidado<br />

habían puesto en todo lo que Gunter mandara.<br />

Para agradar a <strong>los</strong> guerreros extranjeros llevaban las más ricas telas que<br />

podían verse y <strong>los</strong> vestidos más costosos, combinados admirablemente sus<br />

colores. Mal gusto hubiera tenido aquél a quien cualquiera <strong>de</strong> ellas no agradara.<br />

Se veía también muchos trajes <strong>de</strong> cebellina y <strong>de</strong> armiño y más <strong>de</strong> una mano,<br />

más <strong>de</strong> un brazo, se veía adornado con brazaletes, ceñidos por encima <strong>de</strong> la seda.<br />

Nadie podrá <strong>de</strong>scribir perfectamente aquel<strong>los</strong> preparativos.<br />

Sobre aquel<strong>los</strong> hermosos trajes sus manos ciñeron un cinturón magnífico,<br />

ancho y bien bordado, para contener <strong>los</strong> bel<strong>los</strong> pliegues <strong>de</strong> <strong>los</strong> astracanes árabes.<br />

<strong>El</strong> momento <strong>de</strong> <strong>los</strong> alegres placeres para aquel<strong>los</strong> jóvenes se aproximaba.<br />

Muchas lindas vírgenes comprimían su talle con graciosos corpiños. Sólo<br />

hubieran podido temer que <strong>los</strong> vivos colores <strong>de</strong> su rostro no aventajaran el brillo<br />

<strong>de</strong> sus vestidos. Ningún rey <strong>de</strong> nuestro tiempo podrá reunir tan lucido<br />

acompañamiento.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!