You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
cambio, que una persona que no se valora a sí misma ni se respeta, que no
se permite ser creativa, no es de esta manera porque lo desee. Sus
bloqueos son fruto de una historia que debería conocer con la mayor
exactitud posible, conocer desde las emociones, para entender cómo se ha
convertido en quien es. Cuando lo haya entendido, porque ha podido
sentirlo, ya no necesitará más consejos. Sólo necesitará un testigo
cómplice que recorra con ella el camino hacia su verdad, con quien pueda
permitirse aquello que siempre ha deseado pero a lo que tuvo que
renunciar: la confianza, el respeto y el amor a uno mismo. Y necesitará
perder la esperanza de que sus padres le darán algún día aquello de lo que
la privaron.
Por esa razón ha habido hasta ahora tan pocas personas que hayan
recorrido este camino, y por eso tantas se contentan con los consejos de
sus terapeutas o dejan que las ideas religiosas les impidan descubrir su
verdad. Más arriba he citado el miedo como el factor decisivo, pero creo
que este miedo disminuirá cuando el maltrato a los niños ya no sea un tabú
social. Hasta la actualidad, las víctimas de malos tratos han negado la
verdad precisamente debido al miedo que sintieron en sus primeros años
de vida, con lo que, por lo general, han contribuido a que dicha verdad se
encubriera. Pero si las víctimas del pasado empiezan a explicar lo que les
ha ocurrido, los terapeutas se verán también obligados a darse cuenta de la
realidad. Hace poco oí a un psicoanalista alemán afirmar en público que
por su consulta pasaban pocas víctimas de maltrato infantil. Una
declaración sorprendente, pues no conozco a nadie que tenga síntomas
psíquicos, y quiera someterse a tratamiento, a quien de pequeño no le
hayan pegado. Para mí eso es maltrato, aun cuando a este tipo de
humillación se le haya llamado desde hace siglos, y se le llame, «medida
educativa». Tal vez sea sólo cuestión de definición, pero es una definición
que, en este caso, me parece decisiva.