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nayagua

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Destruir como forma de anagnórisis, de visibilizar lo secreto, la sorpresa que ocultatoda revelación de lo que nos rodea y debe constituir una respuesta consciente yconsecuente a ese descubrimiento. Ahí radica tal vez el peligro de la poesía, en llegara los límites de lo sagrado, a la asunción del conocimiento, al acceso a la verdada través de la osadía de la palabra. Y estos poemas respiran corrientes de aire queconducen al lector a los espacios no visibles, a las zonas enigmáticas de la realidad.Mirar y lograr ver lo no explícito es el gran logro de la poesía en tiempos de prosa.Aún estamos a tiempo de reparar la historia:El infortunio empezó cuando acababa el ciclo de los visionarios.El poeta oteador instalado en la encrucijada de lo real es acuciado por los vertederosvisibles que en una danza órfica lanzan su detritus una y otra vez:La explícita, apremiante realidad me desconsuela como losdesperdicios que devuelve la marea.169Esta búsqueda es una labor de autoconocimiento. Si sé quién soy, puedo comenzara saber. “¿Soy –se pregunta el poeta– el que tanto se parece a mí?”. Hacia elencuentro del yo con todos sus pronombres en el vientre, se encamina el poetamístico e iluminativo, invocando la huida de los intrusos:Nadie que pretenda identificar a su presunto doble podrá hacerlo siantes no ha logrado encontrarse a sí mismo.“¿Lograrás alguna vez lo más complejo: la concordancia entre lo insuficiente y loabsoluto?” pregunta esta lúcida y alucinada voz poética en el primer poema dellibro. El hombre moderno apenas aproximándose a verdades atávicas e ineficacesmediante “el escrutinio de lo consabido”. En la larvaria mirada poética se inicia elcamino hacia el conocimiento. Una mirada que encuentra en la duda, incluso en elerror, su existencia más veraz. Destruir para crear. Desdecir lo dicho. Desaprenderlo aprendido. Hasta el punto que, en el ejercicio contumaz de la deconstrucción, elacto poético llega a trascender la escritura. Porque también la escritura es insuficiente,acaso un tanteo precario, un perecedero intento de alcanzar la luz. Tal vez,parece insinuar el poeta, en el silencio, en el hueco de lo no dicho encontremos lapalabra cifrada.Este libro que por desgana o convicción no se escribió nuncapertenece a la historia universal de la literatura.

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