12.05.2013 Views

Enchiridion Symbolorum (Denzinger).pdf

Enchiridion Symbolorum (Denzinger).pdf

Enchiridion Symbolorum (Denzinger).pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

su materno amor, por todos los hijos de Adán, manchados con su deplorable pecado; de<br />

tal suerte que la que era madre corporalmente de nuestra Cabeza, fuera hecha<br />

espiritualmente por un nuevo titulo de dolor y de gloria, madre de todos sus miembros.<br />

Ella fue la que por sus eficacísimas súplicas consiguió que el Espíritu del divino<br />

Redentor que ya habla sido dado en la cruz, se comunicara en prodigiosos dones a la<br />

Iglesia recién nacida, el día de Pentecostés, Ella, en fin, soportando con ánimo<br />

esforzado y confiado sus inmensos dolores, como verdadera Reina de los mártires, más<br />

que todos los fieles cumplió lo que falta a los padecimientos de Cristo... por su Cuerpo,<br />

que es la Iglesia [Col. 1, 24], y prodigó al Cuerpo místico de Cristo, nacido del corazón<br />

abierto de nuestro Salvador, el mismo materno cuidado y la misma intensa caridad con<br />

que calentó y amamantó en la cuna al tierno Niño Jesús.<br />

Ella, pues, Madre Santísima de todos los miembros de Cristo, a cuyo Corazón<br />

Inmaculado hemos consagrado confiadamente a todos los hombres, y que ahora brilla<br />

en el cielo por la gloria de su cuerpo y de su alma y reina juntamente con su Hijo,<br />

obtenga de Él con su apremiante intercesión que de la excelsa Cabeza desciendan sin<br />

interrupción copiosos raudales de gracias sobre todos los miembros de su místico<br />

Cuerpo.<br />

De la autenticidad de la Vulgata<br />

[De la Encíclica Divino afflante Spiritu, de 30 de septiembre de 1943]<br />

En cuanto al hecho de que el Concilio de Trento quiso que la Vulgata fuera la<br />

versión latina, “que todos usasen como auténtica”, ello a la verdad, como todos saben,<br />

sólo se refiere a la Iglesia latina y al uso público de la Escritura, y, sin género de duda,<br />

no disminuye en modo alguno la autoridad y valor de los textos originales. Porque no se<br />

trataba en aquella ocasión de textos originales, sino de las versiones latinas que en<br />

aquella época corrían, entre las cuales el mismo Concilio decretó con razón que debía<br />

ser preferida aquella que “ha sido aprobada en la Iglesia misma por el largo uso de<br />

tantos siglos”.<br />

Así, pues, esta privilegiada autoridad o, como dicen, autenticidad de la Vulgata,<br />

no fue establecida por el Concilio por razones principalmente críticas, sino más bien por<br />

su uso legítimo en las Iglesias, durante el decurso de tantos siglos; uso a la verdad, que<br />

demuestra que la Vulgata, tal como la entendió y entiende la Iglesia, está totalmente<br />

inmune de todo error en materias de fe y costumbres; de suerte que, por testimonio y<br />

confirmación de la misma Iglesia, se puede citar con seguridad y sin peligro de errar en<br />

las disputas, lecciones y predicaciones; y, por tanto, este género de autenticidad no se<br />

llama con nombre primario crítica, sino más bien jurídica. Por lo cual, esta autoridad de<br />

la Vulgata en materias de doctrina no veda en modo alguno —antes, por lo contrario,<br />

hoy más bien exige— que esta misma doctrina se compruebe y confirme también por<br />

los textos primitivos; ni tampoco que corrientemente se invoque el auxilio de esos<br />

mismos textos, con los que dondequiera y cada día más se patentice y exponga el recto<br />

sentido de las Sagradas Letras. Y ni siquiera prohibe el decreto del Concilio de Trento<br />

que, para uso y provecho de los fieles y para más fácil inteligencia de la divina palabra,<br />

se hagan versiones en las lenguas vulgares, y eso aun tomándolas de los textos<br />

originales, como sabemos haberse hecho laudablemente en muchas partes, con<br />

aprobación de la autoridad de la Iglesia.<br />

Del sentido literal y místico de la Sagrada Escritura<br />

[De la misma Encíclica Divino afflante Spiritu, de 30 de septiembre de 1943]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!