Sagrada Familia de Jesús, María y José, Ciclos ... - Autores Catolicos

HISTORIA
I-9-
El cronista Ramírez y la justicia en
el incanato.
Al narrar la ordenación incaica: ”cierto que así no
les falta nunca de comer, ni había mendigos por sus
calles, pero tampoco le falta al burro ni el cobijo ni
el sustento mientras le conviene a su amo”.
Decían que Pachacuti quería que respetasen a sus
enemigos conquistados puesto que pasaban a su servicio.
Pero en cuanto a los vencidos “eran ajusticiados a
manos de los nobles de la familia imperial pues allá,
en contra de lo que sucede en las naciones civilizadas,
el ser verdugo se tiene a gala y no constituye
deshonor, ni se tapan la cara, sino que lo hacen a
rostro descubierto y con gran complacencia”.
“Estos verdugos nobles son los encargados de
ajusticiar a los que no cumplen las leyes y trabajo no
les falta; pues al no haber cárceles ni prisiones -al
que incumple- no les queda otro remedio que quitarle la
vida o alguna parte de su cuerpo. A los ladrones, les
sacan los ojos con unos hierrecillos que es cosa muy
propia para que no se les vaya la vista tras de lo que
no les pertenece. A los que cometen adulterio los
cuelgan de los pelos hasta que mueren. Esto si son
gentes del pueblo que sólo pueden casarse una sola vez;
pero tanto el Inca como sus orejones se casan cuantas
veces quieren y tienen todas las concubinas que les
pete”. De todos modos esto habría que contrapesarlo con
los “Comentarios reales” del Inca Garcilaso. (Joselúis
Olaizola: Francisco Pizarro. p. 92)
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