Sagrada Familia de Jesús, María y José, Ciclos ... - Autores Catolicos

“Parece razonable sospechar que las eneregías,
educaiones y leyes que nuestro sistema político y
social dedica a la sexualidad y a sus amores padecen un
enorme error de base, se asientan sobre un iceberg en
dominante movimiento contrario.
“No podemos amar con sólidos cimientos y fundada
esperanza, ni realizar nuestra íntima identidad de
hombre o mujer, sobre errores colosales acerca de la
verdad de nuestra condición humana y la naturaleza
personal de nuestra sexualidad.
“Ni habría gastronomía sin conocer y respetar la
naturaleza de los alimentos, ni cabe sexualidad humana
negando la verdad de su naturaleza o trasladando a las
relaciones entre varón y mujer la dialéctica de
conflicto entre macho-patrón y mujer-proletaria. La
cosa es más honda, rica y personal. Para escapar a la
trampa del iceberg, les propongo tres consideraciones”.
“La recuperación de la libertad de la razón que
reconoce su derecho y su deber hacia la verdad de
nuestra naturaleza y la recuperación de la sabiduría
experiencial que reconoce su derecho y su deber a
deducir lecciones de lo bueno y lo malo de la vida
vivida. La razón, que nos mejora y que nos emperora. La
razón rigurosa en su objetividad y la sabiduría
experiencial deen librarse de la cárcel donde las
ideologías del poder y del lucro las tienen encerradas,
amordazadas o enajenadas con el fin de poder explotar
impunemente las pulsiones de la sexualidad humana para
sus intereses”.
“La segunda llama a responsabilidad a los
profesionales de las ciencias experimentales y de los
saberes humanísticos en la tarea de desiderologizar la
sexualidad humana. Tienen que defender la autonomía de
sus saberes, poniendo los descubrimientos de las
ciencias al servicio de las personas concretas sin
dejarse colonizar, amordazar y manipular por los
poderes políticos, ideológicos y crematísticos”.
“Y por último, lo singularísimamente personal. Sin
referencia de la vida vivida a la verdad y al bien, el
amor se muere, el sexo acaba en pura utilización.
Mentira y maldad matan. No se puede disociar
impunemente el amor del sexo en la peripecia biográfica
de cada persona sin hacerse daño y mucho, porque somos
nuestro cuerpo masculino o femenino y nos convertimos
en nuestros actos. Quien no logra asociar se expone a
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