Sagrada Familia de Jesús, María y José, Ciclos ... - Autores Catolicos

HISTORIA
I-I-7-
La llegada de los franciscanos a
Méjico
Cortés pretende grabar en el pueblo mejicano cuál es el
motor y la estrella polar de la vida humana en la
tierra. Y pasea ante los ojos de todos los heraldos de
Dios, los misioneros franciscanos que no tienen otra
misión de asentar esa estrella divina que es el motor
de todas las grandezas humanas, su sentido
sobrenatural.
Los frailes andando llegan a Tlascala, a Tianquiztli
que estaba abarrotado de gente. “Aquellas extrañas
figuras causaban el asombro en los naturales. Ellos a
su vez, “maravilláronse –escribe Fray Jerónimo
Mendieta- de ver tanta multitud de ánimas cuenta en su
vida jamás habían visto así junta. Los indios andaban
tras ellos como los muchachos suelen seguir a los que
causan novedad y maravilláronse de verlos, con tan
desarrapado traje, tan diferentes de la bizarría y
gallardía que en los soldados españoles antes habían
visto. Siguieron andando descalzos hacia Méjico. Cortés
había reunido a todos sus capitanes y a todos los
notables mejicanos, con Guatemocín a la cabeza, pues
con su aguda penetración del valor de las escenas
dramáticas deseaba grabar profundamente en toda la
nación mejicana que estaba creando, tanto en su cara
hispana como en su cara india, el poder del espíritu”.
(Salvador de Madariaga: Hernán Cortés, Austral, pág.
492).
264