Sagrada Familia de Jesús, María y José, Ciclos ... - Autores Catolicos

SOCIEDAD
I-II-3-
El aborto se logró al amparo del odio
protestante, y de la contraposición de Jerarquía y
católicos liberales. Fue por lo tanto un problema de la
Unidad. Rota la unidad por el protestantismo, vienen
todos los desastres morales. ¡La religión mala origina
males perversos¡ No hay religión verdadera sin la
unidad con la mente divina.
Conferencia del Dr. Nathanson y la venta del aborto.
“Finalmente quería decirles que una de las tácticas
más eficaces que nosotros utilizamos en aquella época
para vender el aborto al público americano, era la de
que nosotros llamábamos la etiqueta católica. Esto por
supuesto es muy importante para Vds. ya que España
fundamentalmente es un país católico”.
“En 1968 teníamos la Guerra del Vietnam y como Vds.
saben era una guerra nada popular. Prácticamente la
única institución importante que apoyaba la guerra del
Vietnam era la Iglesia Católica de los Estados Unidos.
Lo que nosotros hicimos fue coger a la Iglesia Católica
como víctima y tratamos de identificarla con todos los
otros movimientos reaccionarios incluidos en el
movimiento antiaborto, después de haberla identificado
con la única institución que todavía apoyaba esa
oposición al aborto. Por supuesto ello no era cierto,
pero nosotros a fuerza de repetirlo llegamos a
convencer a la gente y conseguimos que se lo creyera.
De esta forma, movilizamos a todos los jóvenes que
estaban en contra de la guerra del Vietnam y también a
todos los protestantes y los otros grupos religiosos de
los Estados Unidos que de alguna forma históricamente
hablando siempre habían temido a la Iglesia católica.
En fin lo que hicimos fue que describimos a la Iglesia
Católica como el demonio anti-aborto podrá poder así
introducir nuestras ideas y convencer a la gente de la
necesidad del aborto libre”.
“Sin embargo era importante no antagonizar a los
muchos hombres y mujeres americanas, así que lo que
hicimos fue señalar a la Jerarquía Católica, a los
Obispos, a los Cardenales, a los Monseñores, como los
malos, como los villanos. Necesitábamos esto,
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