Sagrada Familia de Jesús, María y José, Ciclos ... - Autores Catolicos

Época necia
I-9-
(Cambalacheando)
“Torcuato, para la elección de un táctico que
llevara a cabo su estrategia, buscó una personalidad
obediente, sin demasiado bagaje y, por supuesto, sin
proyecto propio. “El Rey y el presidente de las Cortes
tenían algo claro: no querían un presidente
protagonista, sino disciplinado. Sobre la brillantez y
el talento primaba la lealtad y la capacidad de
ejecución de un proyecto previo. Tal retrato robot
eliminaba a Areilza y a Fraga y abría el camino a
Adolfo Suárez. Y aunque éste le planteaba dudas morales
sobre los límites de su ambición, Torcuato Fernández
Miranda lo veía como un hombre inteligente, con enorme
energía política, con gran capacidad de seducción y por
tanto de diálogo, suficientemente comprometido con el
régimen como para eludir las presiones de la extrema
derecha; suficientemente joven como para que tal
compromiso fuera relativo y le permitiese abrir un
diálogo con la izquierda, y suficientemente permeable
como para aceptar sin reticencias las órdenes de la
Corona. Es decir, un presidente abierto y disponible”
(1). Es decir un chambelán de palacio, sin demasiado
criterio propio”.
“Lo que vio Torcuato en Suárez fue “ambición y gran
capacidad politica para la acción. Además tenía
juventud, “gancho” y mostraba “disponibilidad” y
lealtad a la Corona. Por otra parte, su pasado
franquista y su condición de hombre formalmente del
Movimiento eran adecuados para contener las reacciones
del franquismo ortodoxo, al tiempo que su juventud y su
limitado compromiso con el pasado hacían posible la
reconstrucción de su imagen inicial”.
“Juventud, ambición y esa condición de franquista,
son citados, igualmente, por Juan Carlos, como
elementos fundamentales del perfil de Suárez que
llevaron a su designación. “Era un hombre joven y
moderno (4)4. Procedía del franquismo y no se le podía
hacer sospechoso de pretender cambios demasiado
radicales, inaceptables para ciertos sectores de
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