Sagrada Familia de Jesús, María y José, Ciclos ... - Autores Catolicos

HAGIOGRAFÍA
I-III-4-
Los comienzos de los propósitos de
Enrique
“La crisis matrimonial con el objetivo del
divorcio, no surgió de manera completamente inesperada.
Se sobreestimaría a los posibles iniciadores, se daría
demasiado valor incluso a la obsesión por Ana, si no se
tomara noticia de los largos antecedentes, medio
ocultos en una de esas zonas crepusculares que el alma
de Rey poseía tan abundantemente. Ya en el verano de
1514 informa el legado veneciano: “Se dice que el Rey
tiene la intención de repudiar a su mujer, hija del rey
de España y viuda de su hermano porque no puede tener
hijos de ella; que tiene la intención de casarse con
una hija del duque de Borbón. Tiene el propósito de
anular su matrimonio y obtendrá del Papa lo que desea”.
Es decir, todo está pensado ya quince años antes de que
salga a la luz del día. Existía además un hijo natural
de Enrique con Elisabeth Blount, hermana de aquel lord
Mountjoy que en tiempos había traído a Erasmo a
Inglaterra. Parece ser que durante algún tiempo el Rey
acarició la idea de declarar a este pequeño Henry
Fitzroy como su sucesor legítimo al trono. Tomás Moro
participó en las elevaciones solemnes del niño a conde
de Nottingham, después a duque de Richmond y de
Someset. Leyó los documentos de nombramiento, y, más
tarde, el Rey le consultó, cuando tenía seis años, Gran
Almirante; a quien le concedió dos títulos más, que él
mismo había ostentado en su juventud, el de Lord of
Warden of Marches y el de gobernador de Irlanda”.
(Péter Berglar: Tomás Moro, Palabra, pág. 277-8).
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