13.05.2013 Views

EL ARTE NOCTURNO DE VICTOR DELHEZ - andes

EL ARTE NOCTURNO DE VICTOR DELHEZ - andes

EL ARTE NOCTURNO DE VICTOR DELHEZ - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Vuelve la infancia… "Víctor, Víctor, ¿por qué no atiendes?" Correrías por la aldea, arroyos,<br />

colinas. "¡Calla, calla, qué lindo árbol!"… Ricardo… Federica… La Biblia… ¡Cómo brilla la llanura<br />

de Malinas! De pronto Amberes, con sus barcos, diques y el Escala majestuosa. Hotel de los<br />

Deportistas… "Fik, vamos al velódromo". La sombra severa en los ojos de María Diels. Paseos<br />

nocturnos al parque de Boelaer… Naveau: leyendas heroicas; primer aprendizaje. La levita del<br />

director. Después el hombre en agraz: universidad, sociedad del Santo Graal, museos, filosofía; el<br />

ansia irrefrenable de saber, que confunde la egiptología con la plástica y las letras con la<br />

arquitectura. Al pié de los textos, vergeles de amor, escapadas nocturnas, mujeres, sueños,<br />

estudios, esperanzas. Guerra… ¡Tiempos de abnegación y oscuridad! El número 66 de la 14ª<br />

brigada de camineros en el Ruhr. Y a través de todo, como una luz pura y misteriosa filtrando el<br />

recuerdo, deseo de representar las cosas: dibujos, óleos, acuarelas, carbones, grabado en lino…<br />

Luego el salto a París, la pretensión de conocerlo en tres semanas. ¡Y cómo reía Mr. France!<br />

Amargura del primer fracaso… Cocteau, Picasso. St. Marcel. Exposiciones, escándalo, polémicas,<br />

miseria, golpe y contragolpe, pasión, orgullo, frenesí; de un lado aceptación unánime, de otro<br />

rechazo rotundo; la vida en suma! Encuentro con Zeller… Extravagancias de Pandoule. Tardes<br />

serenísimas del "Boris". La "Chaumiére". Discusiones encendidas en La Coupole, el Viking's y La<br />

Rotonde. ¡Qué nobleza resignada en el clásico Hoffner! ¿Qué fiera vehemencia en Seuphor, el<br />

revolucionario! Y el equilibrio de Mr. France … Esos miles de rostros entrevistos en el "metro".<br />

Bulevares cubiertos de gentes y vehículos. Las penurias para ganar el pan. "Yo, yo he visto esto"…<br />

Infancia: un niño tímido que se pierde en la urdimbre de los primeros dibujos. Adolescencia: un<br />

aprendiz inconforme. Mientras viven los padres, un rebelde; cuando desaparecen, fiel a su<br />

recuerdo. Primera juventud; un revolucionario abraza la xilografía. Ahora: hombre, dibujante, pintor,<br />

ingeniero y xilógrafo frustrados. ¿Qué sentido hay en esto? Desear ardientemente y caer…<br />

Levantarse…Los años vencen… Y antes del cuarto siglo la derrota. No ser nada, nadie. "Te estás<br />

perdiendo"… ¡Un oscuro inmigrante! ¿Por qué dejo mi suelo, mi raza, mi orgullosa tradición<br />

europea? ¿Por qué cambio el país familiar por la incertidumbre de regiones remotas?<br />

Una música rompe la meditación del emigrante. La brisa trae los sonidos del piano. Alguien<br />

toca en la cubierta de primera.<br />

Dedos ágiles y fuertes hacen vibrar las cuerdas, ebrias de libertad. Por el tumulto de los<br />

bajos corre el deseo. La ambición canta en lengua demonial. Una salvaje melodía se quiebra como<br />

un grito en la cortina de las voces agudas; y la voluntad salta colérica en la fuga encrespada de las<br />

notas. Jamás dio, el piano, tamaña cólera en tan hirviente belleza. ¡Es el mar… El mar que se<br />

rompe con estrépito en la roca! ¡Es el hombre, el hombre que se busca en la tempestad del mundo!<br />

Furia y dolor de parir acciones, así nacieron las Ilíadas, los mármoles sagrados de la Grecia, el<br />

épico clangor de los Romanos, la temeraria fe de las Cruzadas… Es el llamado a la lucha, el<br />

desafío al Destino, la imprecación que se amotina contra el sueño. Luego el huracán de sonidos se<br />

aleja; profundiza como el corazón del mar… Todo cambia: al mensaje iracundo sucede un canto<br />

religioso. Acordes trágicos de gran extensión; y una voz que llora; y debajo, como encadenado por<br />

el tema, un poder alegre que sobresalta con pautada sencillez. Es la resignación tras el combate.<br />

Las variaciones melódicas se desenvuelven sobre un fondo nocturno y misterioso. A veces la<br />

voluntad pugna por reanudar la lid, pero los bajos la reprimen con acordes henchidos de<br />

sapiencia. Las voces tejen una escala inmaterial que crece de la tierra, cruza el mar y se eleva<br />

hasta perderse por la mística pavura de los cielos.<br />

—La intimidad… Escucha…<br />

Las variaciones se acercan, se alejan y retornan; sus pausas suspenden la pasión. Se diría<br />

un poema filosófico que narra la violencia y el reposo del humano destino. Es la última sonata para<br />

piano; la despedida del genio, que se disuelve con la forma que lo expresa. Y al tiempo en que los<br />

bajos marcan la gravedad extrema del pensar, el motivo melódico transmuta el dolor en alegría.<br />

¡Beethoven, Beethoven, padre del dolor que se ennoblece y enseña el trágico equilibrio de la vida!<br />

—No estás solo.<br />

—Me rodean mi dolor, mi fracaso, mi fuga.<br />

64

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!