EL ARTE NOCTURNO DE VICTOR DELHEZ - andes
EL ARTE NOCTURNO DE VICTOR DELHEZ - andes
EL ARTE NOCTURNO DE VICTOR DELHEZ - andes
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Hay una cultura propiamente argentina. "Martín Fierro" la inicia. "Facundo" le da el<br />
vuelo. "Eurindia" la resume. "Don Segundo Sombra" la estiliza en la novela. De Hernández a<br />
Güiraldes, pasando por Sarmiento y Rojas, la tradición se forja en eslabones de oro nativo.<br />
—Espejismo falaz… Explorar el folklore no significa tener cultura propia. "Martín Fierro" es<br />
vino criollo en odres castellanos. El estilo de Güiraldes, perfectamente occidental; como es antiguo<br />
el impulso vital en Sarmiento y la visión humanista sintética de Rojas. Los pintores argentinos<br />
tratan temas criollos con técnica europea. De Moreno, Alberdi y Rivadavia, a Sarmiento el<br />
arquitecto o Lugones el poeta y pensador, hay una tradición de continuidad donde lo europeo<br />
absorbe lo vernáculo, imponiéndole sus formas representativas.<br />
—En la provincia mora un alma argentina…<br />
—Demasiado débil para resistir el predominio de la urbe; y en un sentido integral, Buenos<br />
Aires es la Argentina.<br />
—Tenemos valores propios.<br />
—Todos los pueblos los tienen. Hay que reconocer que los argentinos, más sagaces,<br />
practican la virtud de supervalorarlos, lo que siempre es saludable, pues la comunidad se forja con<br />
ejemplos.<br />
—La cultura argentina está en el interior, con las costumbres añejas, la arquitectura<br />
colonial, la música, las danzas y el cancionero popular.<br />
—Resabios de tiempos que se extinguen. La colonia se esfuma ante la invasión de la<br />
técnica europeonorteamericana.<br />
—Lo que San Martín presintió a través de la epopeya emancipadora, no dejado un instante<br />
de crecer; somos una colectividad peculiar, que cumple de un modo determinado su misión<br />
histórica. Lo gauchesco, lo colonial y la provincia, darán un día una cultura nueva que se extenderá<br />
desde el Anáhauc hasta la Patagonia.<br />
—La cultura argentina es, por hoy, fruto de la inmigración cosmopolita. Una cultura<br />
americana podría surgir de pueblos milenarios como México, Bolivia o el Perú.<br />
—¡Nosotros somos los más jóvenes y los más fuertes!<br />
—Juventud excesiva; madurez prematura. Levantamos rascacielos, tenemos la avenida<br />
más gr<strong>andes</strong> del mundo; nuestro trigo y nuestras carnes abastecen todos los mercados. El<br />
mestizamiento racial ha mejorado la condición física del criollo. Somos jóvenes y exúberos… pero<br />
no sabemos pensar. Epígonos del alma europea, apenas aprendimos su técnica fulminante de<br />
domar la materia.<br />
—¡Bah! Argentina es pueblo niño! Habrá tiempo para llegar a la raya…<br />
—No es cuestión de tiempo. Los puritanos, desprendidos de Inglaterra, aprendieron a<br />
construir Babilonias de acero olvidándose de pensar. Con seis millones de habitantes, Nueva York<br />
no ha dado un genio. Es el mito babélico: las ciudades crecen como torres sin fin, pero las almas<br />
se confunden y enmudecen.<br />
—El indianismo territorial, la fuerte sugestión de la pampa, los argentinismos, la montonera,<br />
el caudillaje y el federalismo; el folklore en poesía, música y pintura; las instituciones democráticas;<br />
la sociedad hispano-indígena de las provincias, los restos de la Colonia, Ascasubi, Del Campo,<br />
Labarden, todo esto transparenta la emoción genuinamente argentina, donde Europa no interviene.<br />
—O sea el mito generoso del amor al terruño. No existe una cultura propiamente argentina;<br />
todas nuestras formas de vida son plantas exóticas importadas al suelo americano. La<br />
70