Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
OBRAS COMPLETAS TOMO V 113<br />
ventaja de un concepto dentro del cual desaparece la tradicional alternativa<br />
entre psiquis y soma.<br />
La metapsicología psicoanalítica sostiene que la acción efi caz hace<br />
cesar la excitación que emana de la fuente pulsional. Podemos decir, desde<br />
este punto de vista, que en el camino que transcurre desde el impulso<br />
hasta la acción sobre el objeto, el afecto es una descarga vegetativa, una<br />
acción motora cuya magnitud constituye una serie complementaria con<br />
la magnitud que se descarga en la acción efi caz. La emoción se percibe<br />
entonces como un suceso físico actual que, al mismo tiempo, puede ser<br />
interpretado como un fenómeno psíquico, como un acontecimiento que<br />
encierra un signifi cado históricamente comprensible.<br />
Expresándonos de un modo muy esquemático, diremos que en las neurosis<br />
se desplaza un afecto, a los fi nes de evitar el displacer, de una representación<br />
a otra, y que, en cambio, en las psicosis, lo esencial del mecanismo<br />
defensivo consiste en alterar el juicio de realidad, de modo que el desarrollo<br />
de un afecto que hubiera sido penoso queda sustituido por la descarga de<br />
otro, acorde con una realidad que ha sido deformada para satisfacer una fantasía<br />
optativa. Tanto en una como en otra enfermedad, los modos de organización<br />
de la defensa permiten que los procesos de descarga se realicen de<br />
acuerdo con las claves normales de inervación de los afectos.<br />
Podemos sostener, en los términos de la metapsicología, que en la<br />
enfermedad somática el proceso defensivo altera el equilibrio con el cual el<br />
montante de afecto inviste los distintos elementos de la clave de inervación,<br />
determinando que la descarga se realice de un modo que torna irreconocible<br />
la cualidad de ese particular afecto, y conduce a que la conciencia lo<br />
experimente como un fenómeno somático privado de toda signifi cación<br />
afectiva. Se trata de la diferencia que existe entre el llanto y la epífora.<br />
En resumen: el desplazamiento que en las neurosis se efectiviza<br />
transcurriendo desde una representación a otra, en las enfermedades<br />
que, desde la conciencia, consideramos somáticas, ocurre dentro de la<br />
idea inconciente que constituye una clave de inervación, mediante la<br />
sobreinvestidura de algunos de sus elementos a expensas de la investidura<br />
de otros. Así como en todo individuo normal funcionan mecanismos<br />
neuróticos y psicóticos, funcionarán también, normalmente, estos aspectos<br />
o mecanismos que, a falta de nombre mejor, llamamos patosomáticos.<br />
En todo paciente que recurre a un médico porque se considera<br />
físicamente enfermo, cabe distinguir dos tipos de fenómenos, los signos<br />
físicos, que registra el médico y el paciente ignora, y los síntomas<br />
“somáticos”, que el paciente recibe en la conciencia como sensaciones<br />
“físicas” privadas de un signifi cado psíquico intrínseco o primario. A esto<br />
último el paciente se refi ere diciendo que son síntomas o sensaciones de