Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
144 LUIS CHIOZZA<br />
como lo hace mediante sus equivalentes menores (aburrimiento, fastidio,<br />
distracción). Cesio sostenía que en el paciente y en el psicoanalista, en<br />
cada sesión, el letargo es un fenómeno de transacción que expresa el efecto<br />
sobre el yo de las pulsiones somáticas y, al mismo tiempo, la defensa del<br />
yo frente a esas mismas pulsiones.<br />
Luego fui desarrollando la idea de que las pulsiones a las cuales Cesio se<br />
refería pertenecen a la categoría de lo siniestro (ominoso), correspondiente<br />
a los puntos de fi jación fetales, que adquieren la característica de derivados<br />
de una zona erógena hepática que ejerce su primacía durante la vida<br />
intrauterina y cuya angustia específi ca sería el asco.<br />
En lo que se refi ere a la contratransferencia, si nos damos cuenta de que<br />
cada palabra, de acuerdo con lo que Freud postula, es una representación<br />
preconciente que adquiere su importancia mediante la transferencia<br />
de un contenido inconciente que la transforma en lo que llamamos un<br />
derivado, entonces se puede comprender que, desde un punto de vista<br />
metapsicológico, todo el material verbal del paciente es el producto de un<br />
acto de transferir y todo el material verbal del analista es el producto de un<br />
acto de contratransferir.<br />
Pero lo que es más importante subrayar es que esa contratransferencia,<br />
activada por la transferencia del paciente, es el único punto de referencia<br />
que tenemos para comprender dónde reside la importancia del signifi cado,<br />
es decir, cuál signifi cado es el importante. Por este motivo, la única garantía<br />
de una percepción adecuada del signifi cado, de parte del psicoanalista, no<br />
consiste tanto en la pretendida “objetividad”, como, por el contrario, en<br />
una adecuada permeabilidad de su preconciente que deriva de su propio<br />
análisis didáctico.<br />
En otras palabras: ningún psicoanalista puede ir, en su trabajo, más<br />
allá de lo que ha percibido dentro de sí mediante su propio análisis. El<br />
trabajo psicoanalítico jamás es el psicoanálisis de un paciente aislado: es<br />
siempre el psicoanálisis de un paciente en el contexto de la transferenciacontratransferencia.<br />
Es el análisis de un vínculo determinado por la<br />
coincidencia de los puntos de urgencia provenientes tanto de la neurosis<br />
del paciente como de los inevitables residuos neuróticos del analista. Lo<br />
que hace del psicoanálisis un trabajo interesante para el psicoanalista, no<br />
es sólo la posibilidad de reparar a un semejante dañado por la enfermedad,<br />
sino sobre todo la posibilidad de reencontrase en el paciente para retomar<br />
el trabajo psicoanalítico sobre los propios residuos neuróticos.<br />
BRUTTI: –Pero esta posición tuya, ¿cómo se ubica en el panorama<br />
del pensamiento psicoanalítico y de cuáles matrices has hecho surgir tu<br />
orientación psicosomática?